Rosalie Bradford nació en 1943. Su madre murió cuando ella tenía 11 años. A partir de entonces, Rosalie sufrió de "adicción a la comida" y dependía de comer y beber todo el día para aliviar su tristeza. A los 14 años pesaba sólo 92 kilogramos, pero a los 15 pesaba 140 kilogramos. Cuando tenía 20 años, a pesar de convertirse en una "chica súper gorda", encontró un novio al que no le importaba su peso, se casó y dio a luz a un hijo.
Después de casarse, Rosalie pasó todo el día en casa cuidando a sus hijos y cocinando, y siguió ganando peso. Intentó hacer dieta varias veces para perder peso, pero fracasó. De esta manera, en enero de 1987, su peso alcanzó su punto máximo: ¡544 kilogramos! Poco después, Rosalie fue registrada en el "Guinness World Records" con este peso inimaginable, convirtiéndose en la "mujer más gorda" de la historia. Nadie ha batido este récord hasta el día de hoy.