No es ilegal ni un delito, y las leyes y normativas vigentes no lo regulan, porque esta conducta no provocará consecuencias adversas o nocivas para los demás ni para la sociedad. Si la ley lo gobierna todo, no es un concepto moderno de Estado de derecho.
Para mantener el orden normal de enseñanza, los centros educativos suelen tomar algunas medidas de gestión.