Cada día de trabajo se siente como un día festivo, y la llegada de los días festivos habituales se considera una interrupción intrusiva de su absorto trabajo.
La recompensa por largas horas en oficinas o fábricas no es sólo el medio de vida, sino un fuerte deseo de placer, incluso los más simples y modestos.
Trabajar largas jornadas en oficinas o fábricas no sólo les da apoyo, sino que también les anima a disfrutar de los placeres más simples y sencillos.
De nada sirve invitar a ir a trabajar a un político, profesional o empresario que lleva seis días trabajando o preocupándose por cosas serias durante seis días o preocupándose por asuntos triviales el fin de semana
Porque de nada sirve que políticos, expertos o empresarios que han estado trabajando continuamente o que han estado pensando en cosas importantes durante seis días les pidan trabajar o se preocupen por asuntos triviales durante el fin de semana.
No tengo ninguna duda de que es posible inyectar ideas en el mundo moderno que se verían gravemente dañadas. Creo firmemente que es posible inyectar en el mundo actual ideas que en última instancia nos destruirán.