¿Son poco saludables las personas que a menudo se enojan de la nada? ¿Cómo se debe controlar?

La ira frecuente y la ira sin nombre son una manifestación de trastornos endocrinos en nuestro organismo. Se puede decir que esto ya simboliza que hay un problema con nuestro cuerpo, y estar enojado a menudo causará una carga relativamente grande en nuestro sistema nervioso, cardiovascular y cerebrovascular en los niños, por lo que este tipo de comportamiento es malo y debe hacerse intencionalmente. control.

Nuestro espíritu y nuestro cuerpo están conectados en ambas direcciones. Es decir, nuestro espíritu afectará nuestro cuerpo. Por ejemplo, cuando estamos particularmente felices o de buen humor, sentimos que nuestra condición física es mejor y somos más poderosos en todo lo que hacemos. Esta es la influencia del espíritu. En nuestro cuerpo, a su vez, el cuerpo físico también afecta el espíritu. Si nuestro cuerpo está en un estado saludable, tendremos experiencia laboral y querremos hacer algo. Si el cuerpo está enfermo, le transmitirá información a través de ciertos. señales, nos dice que si hay un problema con el cuerpo, debemos solucionarlo a tiempo, para que el cuerpo y el espíritu interactúen entre sí, y luego la ira afectará nuestro espíritu, lo que naturalmente afectará a nuestro cuerpo. .

En la medicina tradicional china existe una visión sobre cómo detener la ira, lo que significa controlar la propia mente. La meditación y el Qi nutritivo son un paso muy importante en el cuidado de la salud de la medicina tradicional china. Hablando simplemente desde la perspectiva de la nutrición, el trabajo regular, el descanso y el ejercicio adecuado, es fundamental controlar el temperamento a medida que las personas envejecen. enojado aumentará la carga sobre el cuerpo.

Porque cuando una persona está enfadada, la secreción de adrenalina del cuerpo aumentará rápidamente la presión sobre nuestro corazón. Si se necesita una presión arterial diastólica más fuerte sentiremos que el cuerpo está más potente, o más débil. Son dos situaciones extremas, ambas provocadas por la secreción de adrenalina. La circulación sanguínea de nuestro cuerpo será más rápida y la carga de todo nuestro cuerpo será mayor. Por lo tanto, no sentiremos ningún cambio particularmente fuerte cuando estemos enojados, porque ya no podemos controlar nuestras emociones subjetivas en este momento, sino después de estar enojados. Sentiremos cansancio físico y debilidad, que es el impacto en el cuerpo, por lo que debemos controlar nuestro temperamento y mirar y solucionar cualquier problema de forma racional, lo que será más eficiente.