El examen de acceso al posgrado es una batalla prolongada. Lo que más nos impresionó de este examen no fue la aburrida preparación, sino la importancia de mantener una buena actitud.
Elegimos tomar el examen de ingreso de posgrado, lo que significa que hemos perdido el tiempo libre antes y entraremos en el tiempo y espacio de preparación inmersiva para el examen. Ahora que has elegido, no tengas miedo, no tengas miedo de perder esta batalla. Debemos acoger con confianza el bautismo que supone el examen de acceso al posgrado. Ya sea la acumulación de conocimientos o la transformación del cuerpo y la mente, destacarás en esta batalla y realizarás tus ideales.