Y provocó que Estados Unidos iniciara sin saberlo la primera ola de la epidemia. Investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. analizaron más de 7.000 muestras de donaciones de sangre recolectadas en nueve estados desde febrero de 2065 hasta octubre de 2020.
De ellas, 106 muestras de sangre dieron positivo a COVID-19. El Instituto de Investigación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades cree que se trata de "evidencia irrefutable" y afirma que "un caso de nueva infección por coronavirus puede aparecer en los Estados Unidos en febrero de 2019+65438". Hay indicios de que el virus se propagó primero desde Europa a Estados Unidos.
La epidemia en Europa comenzó a extenderse al menos entre el 16 de junio y el 16 de octubre del año pasado.
La evidencia adjunta es que COVID-19 se descubrió por primera vez en muestras de aguas residuales recolectadas en Turín y Milán el 8 de junio de 2065438 + 65438 de febrero de 2009 + 8 de junio de 2008. Sin embargo, Europa no está de acuerdo con que la epidemia en Estados Unidos haya sido transmitida por los europeos, pero cree que el trabajo de trazabilidad realizado por Estados Unidos es insuficiente.
Medios europeos señalaron que la gripe estacional comenzó a aparecer en Estados Unidos en septiembre del año pasado, con una escala mayor que la de los últimos diez años, provocando decenas de miles de muertes. Debido a que decenas de miles de personas podrían morir si estallara una influenza grave en Estados Unidos, Estados Unidos no lo tomó en serio.