Elija un libro ilustrado adecuado
Elija un libro ilustrado que sea adecuado para la edad y los intereses de su hijo, para que pueda sentirse divertido e inspirado mientras lee. Cada libro ilustrado tiene su propio valor e historia únicos, como una búsqueda del tesoro, lo que permite a los niños descubrir un mundo nuevo mientras leen.
Crea un ambiente de lectura confortable
Crea un rincón de lectura tranquilo y cómodo para los niños, lejos de las distracciones de la televisión y los teléfonos móviles. Haz de la lectura un placer sin que otras cosas te molesten.
Tiempo de lectura juntos
Abra libros ilustrados con sus hijos y exploren juntos el mundo que contienen los libros. Utilice su voz, expresiones y emociones para que sus hijos sientan la calidez de la historia. Leer juntos no sólo puede mejorar la relación entre padres e hijos, sino también estimular la imaginación y la creatividad de los niños.
Preguntas y respuestas interactivas
Anima a los niños a hacer preguntas, expresar opiniones y estimular la imaginación y la creatividad de los niños. Que la lectura ya no sea sólo una entrada unidireccional, sino una comunicación bidireccional.
El trasfondo y la moraleja de la historia
Explique el trasfondo y la moraleja de la historia a los niños de manera oportuna para ayudarlos a comprender profundamente. Pero recuerda, lo importante no es la historia en sí, sino la inspiración y el pensamiento que los niños obtienen de ella.
Observación emocional
Observe los cambios emocionales de los niños durante la lectura y bríndeles consuelo y aliento oportunos. Haga de la lectura una experiencia agradable, no estresante.
Tiempo de lectura fijo
Establece un tiempo de lectura fijo para que tus hijos cultiven sus hábitos de lectura. Al igual que comer y dormir, haga de la lectura parte de su rutina diaria.
Creación de pintura
Anima a los niños a expresar sus sentimientos con los pinceles después de leer. Esto no sólo profundiza su comprensión de la historia, sino que también ejercita su creatividad.
Compartir experiencias
Comparte tu experiencia de lectura con tus hijos y escucha sus sentimientos y vivencias. Esto no sólo mejora la relación entre padres e hijos, sino que también permite que los niños se expresen con más confianza.