Durante la "Era de la Banca Libre" de 1837 a 1862, Estados Unidos no tenía un banco central formal, pero de 1862 a 1913, un sistema bancario nacional (privado) cumplía esta función.
La Reserva Federal fue establecida por el Congreso de los Estados Unidos mediante la Ley Irving-Glass (también conocida como Ley de la Reserva Federal) y firmada por el presidente Woodrow Wilson el 23 de diciembre de 1913.