Sí, huele a palomitas de maíz. Es la fragancia dulce, cerosa y emocionante de la infancia.
Resulta que alguien abrió una tienda de palomitas en la calle. Oler esta fragancia familiar y perdida hace mucho tiempo no solo me recuerda mi infancia.
Las palomitas de maíz son un alimento elaborado a base de maíz. Crujiente y deliciosa, les encanta tanto a mayores como a niños.
Cuando era niño tenía una afición especial por las palomitas. En aquella época, todos los hogares cultivaban maíz. Después de cosecharlos en otoño, se tejen formando tiras de maíz y se cuelgan debajo de los aleros o en un estante. El patio estaba lleno de parrillas y brochetas de maíz. Se siente tan bien. Cuando no hay trabajo en el campo en invierno, es hora de que salga el anciano que prepara palomitas de maíz. Podían tirar de un carro con un pequeño fuego de carbón, un pequeño fuelle y una máquina de palomitas de maíz, y hacer negocios. Cada vez que voy a un pueblo, encuentro un callejón espacioso y resguardado del viento, enciendo el fuego de carbón, pongo la máquina de maíz al fuego y espero a que vengan los clientes.
Si alguien viene a tocar palomitas de maíz, abrirá la tapa de la máquina, echará los granos de maíz en la tetera, luego cerrará bien la tapa, abrirá el fuelle del fuego de carbón, tirará del fuelle con uno mano y tire del fuelle con la otra mano. Gire la máquina sobre el fuego de carbón con una mano para que los granos de maíz en la máquina se calienten uniformemente. Después de unos cinco minutos, bajará la máquina, apuntará a una bolsa grande que ha estado preparada durante mucho tiempo, abrirá la tapa de la máquina, se oirá un golpe y todo el maíz en la boca de la máquina. la bolsa florecerá. Los niños se apresuraron a recoger las palomitas de maíz esparcidas fuera de las bolsas, y las risas atravesaron el frío y el callejón.
En aquella época las palomitas tenían un solo sabor: originales, crujientes y dulces, y deliciosas. Durante el Festival de Primavera, cada familia recibirá una canasta para mantener a los niños bien alimentados. Pero no es aconsejable comerlo con frecuencia ni en exceso, ya que de lo contrario te enojarás. Si estás enojado, te sangrará la nariz.
Hay muchas alegrías en la infancia, y las palomitas de maíz son solo una de ellas. Después de unos años, volver a oler la dulce fragancia es como volver a la infancia. . . . . .