Construyamos un hogar feliz con nuestros padres.
Hay poca traducción cuando se llevan bien.
En la era de la información actual, pasamos cada vez menos tiempo comunicándonos con nuestros padres y, como resultado, la brecha generacional entre nosotros se vuelve cada vez más profunda. Poco a poco perdemos la sensación de felicidad que proviene de nuestras familias. Mucha gente culpa a los padres de esto porque no comprenden el desarrollo de sus hijos. ¿En qué pensaste? No me parece. Nuestros padres tienen mucho que hacer y todo es por nosotros. Por tanto, no pueden ocuparse de todos los aspectos de nuestras vidas. Al igual que los niños, tenemos la obligación de respetarlos, comprenderlos y comunicarnos activamente con ellos para evitar una brecha generacional más profunda. También tenemos la obligación de contribuir con nuestras familias.