Autoestima dañada
Los golpes de los padres pueden causar que los niños tengan baja autoestima e inseguridad, afectando así la autoestima de sus hijos.
Problemas de salud mental
Recibir azotes durante mucho tiempo puede provocar que los niños desarrollen ansiedad, depresión y otros problemas de salud mental.
Disminución del rendimiento académico
Los niños que lo sufren pueden perder interés en aprender, lo que lleva a una disminución del rendimiento académico.
Problemas de relación
Los niños que sufren pueden sentirse solos, retraídos y distantes de sus compañeros.
Problemas de conducta
Al sufrir un golpe puede volverse irritable, impulsivo, poco cooperativo o incluso agresivo.
Alentar, apoyar y orientar
Los padres deben evitar atacar la educación, sino utilizar el estímulo, el apoyo y la orientación para ayudar a sus hijos a crecer.