1. Daño al valor emocional: las casas ancestrales suelen contener la historia, la cultura y los recuerdos emocionales de la familia. Un hogar ancestral en ruinas puede hacer que los miembros de la familia experimenten sentimientos de pérdida y tristeza porque representa la destrucción de un símbolo de la gloria y la unidad pasadas de la familia.
2. Disminución del valor económico: Como inmueble, si la casa solariega está en ruinas, el valor económico puede caer significativamente. Esto no sólo afecta los bienes de la familia, sino que también puede afectar la capacidad de las generaciones futuras de mantener y heredar el hogar ancestral.
3. Peligros para la seguridad: las casas ancestrales en ruinas pueden tener problemas de seguridad estructural, como goteras en el techo, grietas en las paredes, etc. Estos problemas no sólo comprometen la seguridad de la propia casa, sino que también pueden causar daños físicos a los ocupantes o visitantes.
4. Pérdida de valor cultural e histórico: Las casas ancestrales suelen contener información cultural e histórica local. Si se deteriora y no se repara a tiempo, esta información puede desaparecer gradualmente, haciendo imposible que las generaciones futuras comprendan y hereden las tradiciones familiares y culturales locales.