Las diferencias entre una política fiscal prudente y una política monetaria activa incluyen diferentes métodos de implementación y diferentes ventajas. Los métodos de implementación son diferentes: una política fiscal activa significa que el gobierno estimula el crecimiento económico aumentando el gasto y reduciendo los impuestos, mientras que una política monetaria prudente significa que el banco central regula las actividades económicas controlando la oferta monetaria y las tasas de interés.
Las ventajas son diferentes: una política fiscal proactiva puede aumentar el empleo y promover el consumo, estimulando así el crecimiento económico; una política monetaria prudente puede prevenir los riesgos de inflación y fluctuaciones cambiarias, y también puede promover la inversión y los flujos de capital.