El espíritu de la cultura tradicional china y la cultura confuciana se refleja en la palabra "zheng", la cultura taoísta se refleja en la palabra "qing" y el budismo se refleja en la palabra "armonía".
Los bebedores de té de la antigüedad y los tiempos modernos consideran la degustación de té y las conversaciones sinceras como cosas elegantes, y los bebedores de té consideran a sus clientes como personas elegantes. La connotación espiritual de la cultura del té Zen reside principalmente en la palabra elegancia.
Como combinación de Zen y té, la "cultura del té Zen" tiene tanto la rectitud del confucianismo, la pureza del taoísmo, la bondad del budismo y la elegancia de la propia cultura del té. La combinación de plenitud, pureza, armonía y elegancia encarna plenamente el espíritu fundamental de la cultura del té Zen.
La cultura zen del té no puede separarse del cuidado humanista, de la vida diaria, del cuidado y percepción zen, y de la pureza, sencillez, ocio, concentración y cultivo del té. Desde esta perspectiva, las funciones de la cultura zen del té se definen como "gratitud, tolerancia, compartir y afinidad". El espíritu más apropiado del Zen reside en la iluminación y el espíritu del té reside en la elegancia. Lo opuesto a la iluminación es el misterio, lo opuesto a la elegancia es la vulgaridad. De estar obsesionado a la iluminación es un proceso a largo plazo, y de ser secular a ser elegante es también un proceso de cultivación a largo plazo.
Como forma especial de cultivo espiritual, la cultura del té Zen tiene como objetivo lograr la transformación de la confusión a la iluminación y de la vulgaridad a la elegancia fortaleciendo la percepción actual.