En segundo lugar, predecir, diseñar y planificar la educación futura, y proponer los objetivos, contenidos, métodos, sistemas y formas de la educación futura a partir de la evaluación de la educación existente y el análisis del desarrollo social futuro, de modo que orienten la dirección de la reforma educativa.
En tercer lugar, el poder de la opinión pública creado por la teoría llama a la sociedad, especialmente al sector educativo, a dedicarse a la reforma educativa, de modo que los educadores tengan la conciencia, el entusiasmo y la confianza para participar en la reforma educativa.