La lucha contra las drogas se refiere a la labor de prevenir y sancionar los delitos relacionados con las drogas, proteger la salud física y mental de los ciudadanos y mantener el orden social. En otras palabras, utilizar el poder de los decretos administrativos y la supervisión masiva para alentar a las personas que fuman o se inyectan opio y narcóticos alternativos a deshacerse de su adicción a las drogas, y para restringir y prohibir el cultivo, almacenamiento, fabricación, transporte y venta de drogas y parafernalia, es una obra de reforma social personalizada.
Las principales manifestaciones de la nocividad de las drogas:
1. Ponen en grave peligro la salud física y mental de las personas.
2. Los problemas de drogas inducen a otros delitos ilegales y socavan el orden social y económico normal.
3. El problema de las drogas penetra y corroe las instituciones políticas, exacerbando la corrupción.
4. El problema de las drogas ha causado enormes pérdidas económicas a la sociedad.