Se acerca el invierno y tengo ganas de que nieve pronto. Porque la nieve es el día más feliz del año: hacer muñecos de nieve, pelear con bolas de nieve, construir castillos... es muy divertido.
Recuerdo un día de nieve hace un año. La nieve era muy intensa. Todo el campus estaba cubierto de ropa blanca de invierno y los árboles estaban cubiertos de finas barras plateadas. Los estudiantes no pudieron aguantar más y se apresuraron al patio de recreo, sosteniendo bolas de nieve y lanzándolas a mí y a ti. Una bola de nieve blanca como el cristal voló hacia un compañero de clase. Antes de que pudiera esconderse, le arrojaron una gran bola de nieve en la cabeza, tomándolo por sorpresa. ¡Jajaja, ahora has experimentado el frío del invierno!
Abre la ventana, el viento frío muerde y, mirando a tu alrededor, lo único que te viene a la mente son pequeños copos de nieve como plumas blancas de cisne. Estos elfos blancos de otros mundos han enviado sus músculos de hielo, huesos de jade, cuerpos limpios y almas de jade al mundo humano y a la tierra. Esta figura pura me hace esperar la nieve.
Estoy deseando que nieve, y más aún la escena en la que nieva: los pequeños copos de nieve están en el aire, tú me tiras, te abrazo, uno tras otro, como innumerables bolas de algodón rotas, cayendo desde el cielo.
Espero con ansias la nieve, espero con ansias que estos copos de nieve de un blanco puro vuelen hacia el mundo contra el viento frío, haciendo que el mundo sea tan hermoso.
Nieve, la nieve que me hace esperar, te amo nieve, flotando por todo el cielo; te amo nieve, vistes el mundo plateado con tu cuerpo como jade blanco; nieve, integras la vida en la tierra, nutriendo las plántulas de trigo verde y dando la bienvenida a las flores y hojas de la primavera.