Los buenos eruditos pueden aprender de las fortalezas de los demás y obtener el doble de resultado con la mitad de esfuerzo, por eso son mediocres. Un mal estudiante obtiene el doble de resultados con la mitad de esfuerzo gracias a sus diligentes profesores, por lo que se queja mucho. Una persona que sabe hacer preguntas es como atacar un árbol. Los que son fáciles primero, luego sus trámites, y al cabo de mucho tiempo, se dicen entre sí para solucionarlos. Lo contrario ocurre con las personas que no saben hacer preguntas. Sea amable con las personas que le hagan preguntas, como por ejemplo tocar el timbre. Si los golpeas ligeramente, suenan. Si los golpeas fuerte, sonarán. Espéralos con calma y luego haz todo lo posible. Lo contrario ocurre con las personas que no son buenas respondiendo preguntas. Así es como se aprende.
2. Traducción
Para aquellos que son buenos aprendiendo, el profesor se esfuerza muy poco, pero obtiene grandes resultados. Todo esto se debe a la buena enseñanza del profesor. Para aquellos que no son buenos aprendiendo, el maestro trabaja muy duro, pero sus ganancias son muy pequeñas, por lo que los estudiantes culparán al maestro. Las personas que son buenas para hacer preguntas, como trabajar con madera dura, comienzan con las áreas fáciles de manejar y van solucionando los nudos y las texturas a medida que pasa el tiempo. Lo contrario ocurre con las personas que no saben hacer preguntas. Un profesor que sabe responder preguntas es como tocar una campana. Si tocas suavemente, la campana sonará con fuerza. Después de que suene la campana, déjala sonar. Lo contrario ocurre con los profesores que no son buenos respondiendo preguntas. Todas estas son formas de mejorar el aprendizaje.