Paso uno: primero dibuja un borrador.
Paso 2: Rellena el dibujo lineal con el color de fondo.
Paso 3: Dibuja las líneas auxiliares para la sombra. Como es difícil saber cómo se forma la sombra, empieza dibujando líneas auxiliares en la piedra para visualizarla, independientemente de su proporción o ajuste.
Paso 4: Pinta sombras y luces. Una vez que haya determinado su fuente de luz, use un pincel grueso para pintar las sombras y las luces. No dibujes luces ni sombras, y dibuja irregularidades moderadas. Ese es el truco.
Paso 5: Destaca la parte brillante. La parte más brillante de la parte que sobresale es donde la luz puede brillar, y la parte en contacto con esa superficie es fácil de oscurecer, por lo que hay que resaltar la sensación cóncava y convexa del lateral.
Paso 6: Añade grietas. Las piedras y rocas a veces tienen grietas, y si hay grietas habrá reflejos, así que no olvides agregarlas.
Paso 7: Borra el contorno. Utilice una goma de borrar para delinear la piedra y darle un toque informal.
Paso 8: Resalta las sombras. Agrega sombras a las áreas más oscuras para hacer que la piedra sea más sólida.
Paso 9: Finalmente, aplica la textura. Cubrir con material texturizado.
Las piedras tienen conchas. Parece que la mayoría de los objetos están hechos de conchas. Cuando dibujamos, primero dibujamos el contorno aproximado de la piedra, dónde está alta, dónde está baja, etc. Luego dibuja su efecto de textura según el material de la piedra. Si hay agujeros, se pueden tallar. Luego determina qué lado de la piedra es yin y cuál es yang, y dibuja bien la parte yin. El Yin y el Yang no sólo están relacionados con la fuente de luz, sino también con la forma del objeto.