Poema en prosa clásico de mariposas

Mariposa, te encontré en la seda del frente...

Dios nos está mirando.

Un río y un rayo de luna humedecen nuestro cuerpo como el jade. Ni siquiera una nevada puede quemarnos o enfriarnos por completo. Somos dos especies tranquilas que se encuentran en el mundo de los mortales.

Todo lo que vive por nosotros y muere por nosotros continúa...Mariposas, todavía estamos muy solos.

Mariposa, usamos nuestro cuerpo para cortar el rayo y cortar el alma del pecado original. Las semillas de la primavera están germinando y esta gran primavera nos atesorará y nutrirá.

Mariposas, estamos esperando que la luz regrese a la noche oscura;

Mariposas, estamos esperando que pase la lluvia y el cielo se aclare;

Mariposas, estamos esperando que nuestras alas vuelvan a ser primavera.

No hay amor ni odio, mientras el viento sopla cerca de la primavera, nuestros hermanos suben a las enredaderas para recibir las flores en las ramas.

El fuego de fósforo de la noche está en manos de fantasmas, pero también en manos de Dios y de nosotros.

Tierra, salva nuestra sombra.

Mariposa, cuando un río suena en nuestros oídos es que la primavera está aquí.