Pero esta frase no es del todo correcta, porque no es lo suficientemente completa como para evaluar el comportamiento de una persona sin considerar su corazón. El corazón y el comportamiento de una persona son manifestaciones de la personalidad y deben considerarse de manera integral. En la antigüedad, esta frase puede tener cierto significado práctico, porque había muchas personas hipócritas en la sociedad de esa época. Parecen estar bien educados en la superficie, pero no son sinceros por dentro. Entonces, en esa época, el énfasis estaba en el comportamiento, para evitar que las personas hipócritas engañaran a los demás.
En definitiva, aunque esta frase tiene un cierto trasfondo histórico y cultural, en la sociedad actual la calidad y el valor de una persona deben ser considerados de manera integral desde múltiples perspectivas.