El desarrollo del comportamiento se escribe de la siguiente manera:
1. Comience con cosas pequeñas y desarrolle buenos hábitos de vida. Los buenos hábitos afectarán la vida de una persona. La calidad de los hábitos de vida está directamente relacionada con la calidad de vida de una persona. A veces también puede convertirse en el estándar para que otros juzguen la calidad de una persona. Los profesores deben centrarse en cultivar los buenos hábitos de vida de los niños como centro de la educación. Una gran cantidad de hechos han demostrado que las personas con alto carácter moral deben tener buenos hábitos de comportamiento. Una vez que se desarrollan buenos hábitos, se convertirán en una reacción natural.
En el proceso de educación, a menudo nos encontramos con: los estudiantes no prestan atención a su discurso y hablan "sucio"; tienen malos hábitos de comportamiento y no prestan atención a su forma de hablar; hablar con compañeros de clase, lo que resulta en disputas e incluso grandes peleas y otros fenómenos. Ante esta situación, los docentes deben realizar activamente diversas actividades que sean beneficiosas para el desarrollo de buenos hábitos de vida en los niños.
2. Predicar con el ejemplo y utilizar el poder del ejemplo para cultivar hábitos. Algunas personas dicen: "Una excelente demostración es la mejor persuasión". Los profesores son un espejo para los estudiantes, y el comportamiento de los estudiantes comienza con la imitación. Sólo un maestro con buenos hábitos puede sacar a relucir un grupo de estudiantes con buenos hábitos. Debe ser el tipo de maestro que quiere cultivar.
Por ejemplo, para cultivar el amor de los estudiantes por la lectura, los profesores primero deben actuar como modelo y utilizar sus comportamientos para crear una atmósfera de lectura. Los estudiantes a menudo ven a los maestros leyendo con concentración e interés y, naturalmente, se verán infectados por el comportamiento del maestro.
3. En definitiva, los buenos hábitos de los estudiantes no se pueden desarrollar de la noche a la mañana, hay que cultivarlos desde una edad temprana y cultivarlos desde cada detalle. Los profesores no deben perseguir las puntuaciones, estar ocupados con el trabajo y descuidar la educación moral de los estudiantes. Con el desarrollo continuo de una educación de calidad, los educadores deben reducir la presión de los puntajes y prestar más atención al desarrollo de buenos comportamientos y hábitos de los niños, y cultivar talentos positivos, optimistas y saludables, para que todos los niños puedan estar orgullosos en el campus.