1. Regar el césped sólo cuando sea necesario. Conservar agua no es la única razón para limitar la cantidad de agua que riegas tu césped. El riego excesivo no es bueno para la salud de su césped y puede generar hongos y enfermedades fácilmente. Algunos tipos de césped requieren más agua que otros y los factores ambientales como la temperatura, la humedad y el viento pueden afectar significativamente la frecuencia con la que se riega el césped.
2. El riego profundo es beneficioso para el crecimiento de raíces profundas. El riego superficial frecuente fomenta la aparición de malas hierbas, hace que las plantas tengan raíces poco profundas y las hace más susceptibles a la sequía y algunas enfermedades. Riega tus plantas cuando realmente sean necesarias, lo que estimula que las raíces crezcan hacia abajo, pero debes usar suficiente agua cada vez para que pase por todo el sistema de raíces.
3. Bebe agua por la mañana. Cuando usas un aspersor, algunas de las gotas de agua se evaporan antes de tocar el suelo. En los días calurosos y ventosos, una gran cantidad de agua se evapora antes de llegar a las plantas. Para reducir las pérdidas por evaporación, riegue entre las 4 a. m. y las 9 a. m., cuando el aire aún está fresco y el viento suele estar en calma.
4. Ajusta la boquilla antes de regar. ¡Apunte el aspersor al lugar correcto, no a la acera o a la sección de la calle! Unos pocos ajustes en sus aspersores pueden ahorrar mucha agua. Lo ideal es que no lo arrojes en la acera, el patio, la calle o el camino de entrada.
Lo anterior es cómo regar el césped para ahorrar agua y de manera efectiva, espero que sea útil para los internautas.