2. Agrega la leche a un bol grande y espolvorea la mezcla del relleno sobre la leche. Batir con batidora eléctrica a velocidad baja durante 30 segundos. Licue a velocidad alta durante 2 minutos hasta que espese.
3. Qué genial. Extienda la mezcla uniformemente sobre la base de galletas y refrigere por al menos 1 hora o hasta que cuaje.
4. Comienza guardando la tarta de queso fresca en un recipiente cerrado en el frigorífico. Sácala y córtala en trozos cuando quieras comerla. Nunca congelar.
Utilice tazas medidoras y cucharas de metal estándar australianas de 250 ml.
¡Espero que puedas hacer pasteles! Mmm. que interesante