1. Deje que los alumnos aprendan métodos específicos de escucha.
Dígales a sus hijos que para ser un niño inteligente, debe hacer un buen uso de todos los tesoros de su cuerpo. Para que tus oídos escuchen con más atención, debes recurrir a tus ojos en busca de ayuda. Tus oídos sólo prestan atención a lo que tus ojos ven. Tienes que pensar en ello mentalmente después de escucharlo, lo cual es más efectivo.
2. Permitir que los estudiantes aprendan a comprender los requisitos del profesor.
El entusiasmo y entusiasmo de los alumnos de primaria, especialmente de primero de primaria, por aprender matemáticas depende en cierta medida de sus sensaciones e interés por los materiales de aprendizaje. Para que comprendan claramente los requisitos del maestro en la enseñanza, deben ser buenos en la selección de materiales que estén estrechamente relacionados con la vida de los estudiantes. Esto significa que los profesores deben prestar atención a la simplicidad, la claridad y el interés infantil al diseñar las preguntas. Por ejemplo, cuando enseñé a "contar", diseñé esta pregunta: "¿Dónde está? ¿Qué hay? ¿Cuántos hay?" Entonces charlaron y contaron alegremente: Este es un parque infantil con 1 tobogán, 2 columpios y 3. caballos de madera, 4 aviones ... Aproveche al máximo los materiales matemáticos que rodean a los estudiantes, trate de despertar la experiencia de vida existente de los estudiantes y ayúdelos a comprender claramente los requisitos del maestro.
3. Pide a los estudiantes que presten atención a lo que dicen sus compañeros.
En lugar de impartirle conocimientos, es mejor dejar que los niños aprendan solos. En el aula, los niños deben desarrollar el hábito de escuchar a sus compañeros y aprender nuevos conocimientos a través de la comunicación y la presentación de informes.
“El fracaso es la madre del éxito”, es un dicho milenario. Sin embargo, a juzgar por las características psicológicas de los estudiantes de primaria, quizás el "éxito" sea la madre del éxito. Un pequeño éxito puede activar el enorme potencial de confianza en sí mismo de una persona, permitiéndole concentrarse en escuchar los discursos de los demás en clase y avanzar hacia nuevos éxitos.