Abonar el jazmín también es muy importante. La fertilización excesiva hace que las hojas nuevas se vuelvan amarillas y las hojas viejas se vuelvan amarillas y se marchiten. Aplicar muy poco fertilizante hará que el sistema de raíces de la planta se enrede y no pueda absorber los nutrientes, lo que provocará que las hojas se pongan amarillas. Si ocurre la situación anterior, el jazmín debe reemplazarse a tiempo.
El jazmín es una flor a la que le gusta la luz y un ambiente cálido, por lo que conviene mantenerla en un lugar con suficiente luz solar dispersa. El verano es muy caluroso y no se permite la exposición directa al sol.
Solución: Cortar todos los botones florales, porque la floración consumirá nutrientes y es una carga para el jazmín que aún no se ha recuperado. Deje 3-4 pares de hojas en cada rama y retire todas las demás hojas.
Preparar tierra suelta, que se puede mezclar con arena de río y tierra de turba. El requisito para la tierra es amasarla hasta formar una bola con las manos para aflojarla. Estira las raíces del jazmín sin rizarlas ni doblarlas, y luego colócalas en la maceta.
Mantener el jazmín bajo luz difusa y con buena ventilación, sin luz directa. Corta las hojas muertas tan pronto como las encuentres. Después de aproximadamente medio mes, al jazmín le podrán crecer nuevas ramas. El jazmín comienza a florecer a principios del verano. Si se maneja adecuadamente, puede florecer en tres etapas.