Felipe IV no tuvo hijos, por lo que su sucesor debería ser su hermano Carlos II, que vivió en 1665.
Antes de la muerte de Felipe IV, el heredero de Felipe IV debería ser el duque Felipe, hijo del rey Luis XIV de Francia, nieto de Carlos II.
El rey Luis XIV de Francia intentó fortalecer la posición y la influencia de Francia en Europa nombrando a su hijo rey de España. Sin embargo, otros países europeos, como Austria, Inglaterra, Países Bajos y Portugal, creyeron que Francia, convirtiéndose en rey de España, amenazaría el equilibrio del continente y formaron una alianza antifrancesa.
En 1667, el rey Luis XIV de Francia usurpó tres territorios fronterizos de España mediante tratados, a saber, Países Bajos, Italia y Franche-Contini, lo que suscitó descontento y descontento entre otros países europeos.
Tres años después, Francia y España llegaron a un acuerdo en el que Francia se comprometía a no interferir en la sucesión española, pero Luis XIV todavía quería que su hijo se convirtiera en Rey de España. En este momento, los principales países europeos comenzaron a negociar la sucesión al trono español, pero no lograron avances.
Cuando Felipe IV murió en 1665, los países europeos comenzaron a buscar oportunidades para heredar el trono español. En medio de la competencia de Francia y otros países europeos, Carlos II surgió como el principal candidato para suceder al trono español.
Carlos II reinó poco tiempo y se encontraba delicado de salud. Finalmente murió en 1700, lo que desencadenó una vez más la lucha por el trono español.
Estalló la Guerra de Sucesión Española y los países europeos establecieron diferentes bandos. Gran Bretaña, los Países Bajos, Austria y Portugal formaron una alianza antifrancesa para apoyar la sucesión al trono español de la dinastía austríaca de los Habsburgo. Francia y sus aliados España y Valencia formaron un campo para apoyar la sucesión de la familia real francesa al trono español.
La guerra duró casi 14 años, durante los cuales ocurrieron muchas batallas y acontecimientos importantes, como la Batalla de Blenheim en 1704 y el Tratado de 1707, y finalmente terminó con el Tratado de Utrecht en 1713. Los Habsburgo españoles se convirtieron en herederos del trono español, pero también se consolidó la posición de Francia en Europa.
El desarrollo de la guerra implicó los intereses políticos, económicos y militares de los principales países europeos. Por un lado, los países europeos intentan mantener el equilibrio y el control en Europa.
Por otro lado, varios países también intentaron ampliar su territorio e influencia adquiriendo el trono español. Además, la Guerra de Sucesión española también reflejó la competencia y las contradicciones entre los países europeos, así como la importancia de las alianzas y negociaciones entre países.
Los orígenes y el desarrollo de la Guerra de Sucesión Española involucraron los intereses y la competencia de los principales países europeos y reflejaron cambios en el panorama político, económico y militar europeo. El resultado de la guerra también tuvo un profundo impacto en el panorama político y geográfico de Europa.
La sucesión de Carlos II al trono y los intereses y posiciones de diversas fuerzas en la cuestión sucesoria.
Los padres, abuelos y bisabuelos de Carlos II eran parientes cercanos, lo que contribuyó a su salud física e intelectual. Ha sido físicamente débil y tiene retraso mental desde la infancia, lo que le dificulta manejarse de forma independiente. No tuvo hijos y sólo un heredero débil, Felipe.
Los principales países europeos han desarrollado un gran interés en la sucesión al trono español, con la esperanza de ganar territorio e influencia españoles a través del matrimonio del príncipe.
La familia real francesa cree que Marie Tracy, la hermana de Carlos II, debería heredar el trono español porque es hermana de Carlos II y sobrina del rey Luis XIV de Francia.
Los Habsburgo austríacos creían que tenían derecho a heredar el trono español porque la madre de Carlos II, Marianne, era miembro de la dinastía de los Habsburgo y Felipe era el único heredero de Carlos II. Gran Bretaña y los Países Bajos estaban preocupados por la expansión de la influencia de Francia en el continente europeo, por lo que también apoyaron la sucesión al trono español de la dinastía Habsburgo.
Tras la muerte de Carlos II en 1700, estalló la lucha. La familia real francesa apoyó la sucesión de Mary Tracy al trono español y esperaba fusionar Francia y España en una sola superpotencia. La dinastía austriaca apoyó la sucesión de Felipe al trono español, con la esperanza de expandir su territorio e influencia de esta manera.
Con el tiempo, la lucha se convirtió en una guerra internacional, y los principales países europeos se unieron a la lucha. En esta guerra, Francia y España se unieron contra una alianza de Austria, Inglaterra, los Países Bajos y Portugal.
Después de 13 años de larga guerra, el Tratado de Utrecht de 1713 puso fin a la guerra. Según el tratado, Felipe heredó el trono español, pero Francia y España nunca pudieron unirse. Además, Gran Bretaña ganó los territorios de Gibraltar y Mendoza, los Países Bajos ganaron algo de territorio y Austria ganó algo de territorio en España.
Durante el desarrollo de la Guerra de Sucesión Española, poco a poco se fueron aclarando los intereses y posiciones de diversas fuerzas sobre la cuestión sucesoria. Francia esperaba convertirse en el señor supremo de Europa controlando el territorio y los recursos españoles.
La dinastía austriaca espera expandir su influencia en Europa controlando el trono español, salvaguardando así su estatus e intereses, mientras que el Reino Unido y los Países Bajos temen que Francia fortalezca su posición en Europa mientras expande su Influencia. Velar por sus propios intereses.
Esta guerra fue de gran importancia en la historia europea. No sólo cambió la situación política en Europa, sino que también tuvo un profundo impacto en la historia mundial.
Durante la guerra, las dos grandes potencias, Francia y Austria, lucharon durante 13 años por el equilibrio de poder en Europa, provocando agitación e incertidumbre en la situación política europea. Durante la guerra, los países lucharon por sus propios intereses a través de alianzas y divisiones, sentando las bases para la posterior formación del sistema de la Unión Europea.
Para defender sus propios intereses, los países continúan aumentando el gasto militar, lo que resulta en una creciente presión financiera sobre Europa. Al mismo tiempo, los países europeos también aprovecharon sus ventajas en la guerra.
Por ejemplo, la superioridad marítima de Gran Bretaña y los Países Bajos contribuyó a la victoria de la guerra. La guerra también brindó oportunidades para el comercio marítimo europeo y la expansión colonial, promoviendo así el desarrollo económico de Europa.