1. Sigue animando a tus hijos. Lo que deben hacer los padres es seguir animando a sus hijos. Los niños han anhelado la aprobación de sus padres desde pequeños. Si los padres son siempre sarcásticos con sus hijos, los niños no tendrán confianza en sí mismos. Si un niño no tiene confianza en sí mismo se sentirá inferior haga lo que haga y no se atreverá a comunicarse con los demás. Los padres deben prestar más atención a sus hijos, observar sus reacciones, comprender la psicología de sus hijos y dejar que sus hijos y sus padres se acerquen.
En segundo lugar, no presiones demasiado a tus hijos. Muchos padres les dan a sus hijos muchas tareas adicionales después de la escuela. Si los padres se centran únicamente en las calificaciones de sus hijos, sus hijos estarán bajo mucha presión. Lo que los padres deben hacer es recetar medicamentos adecuados para la psicología de sus hijos, resolver las dificultades de sus hijos y ayudarlos a salir de sus dificultades de aprendizaje. Si un niño se resiste, los padres no deben criticarlo ni persuadirlo, sino que deben tener paciencia con el niño. Si los padres descubren que sus hijos son rebeldes y desobedientes, deben decirles que eso no es correcto. Comunicarse pacientemente con sus hijos los hará cada vez mejores.
En tercer lugar, no critiques siempre a los padres de tus hijos. Lo que tienen que hacer no siempre es criticar a sus hijos. Criticar a los niños puede hacerles perder la confianza en sí mismos. Puede resultar doloroso afrontar la culpa de tus padres todos los días. Los padres deberían animar más a sus hijos para que puedan ganar confianza psicológica. El crecimiento del niño será cada vez mejor. Los padres deben respetar las opiniones de sus hijos, comprender sus pensamientos internos y comunicarse más con ellos. Los padres deben confiar en sus hijos lo suficiente como para permitirles estar libres de restricciones, de modo que los niños respeten conscientemente la disciplina.