Es otra lluvia primaveral, que cae a principios de verano. De vez en cuando pienso en cómo tú y yo pasamos ese verano.
La prueba de acceso a la universidad supone un punto de inflexión. A partir de entonces, tomamos caminos separados y nuestros antiguos amigos se dispersaron por todo el mundo y nunca más volvieron a estar juntos. Por eso, algunas personas están separadas. Algunas personas, juntas. Estos son inevitables. Sin embargo, el recuerdo no se puede olvidar. Hay la sombra de otra persona frente a todos, tan llamativa y tan dolorosa.
Hubo un tiempo en el que los días que pasábamos juntos fijaban el tiempo y embellecían nuestra juventud. Pero pasar, pasar, nunca se detiene. Perturbando la paz y desapareciendo.
Después de acostumbrarse a la tristeza, la melancolía se ha convertido en una especie de belleza, muy triste. La luz y la belleza se oscurecen y una capa de oscuridad se proyecta en el interior. Por tanto, nadie puede ser específico y debería surgir la soledad. En la era de la soledad, cierra tu corazón, cierra un pedazo de historia, cierra una posibilidad, pero lo que cierras es el sentimiento de vida.
Poco a poco, parece que todo ya no importa, pero no sé si es una excusa, sólo para disfrazarme, para protegerme de que me vuelvan a lastimar.
Siempre pensé que nadie me entendía y tenía que soportar todas las penas yo solo. Inesperadamente, hay un grupo de amigos esperándote, acompañándote y cuidándote en silencio. Por eso algunas personas dicen que nuestra felicidad muchas veces está en los ojos de los demás, lo cual no es descabellado.
No puedes ocultar tu corazón y no puedes ocultar tu corazón frío. También se integrará en el cuidado de familiares y amigos. Abrir el único pequeño agujero y mirar hacia afuera es tu propia felicidad.
En la juventud, es inevitable preocuparse por las ganancias y las pérdidas. Hay una promesa de que siempre estaré a tu lado. Tenía la sensación de que no te dejaría en paz. Pero con el tiempo, las promesas palidecen. Lo que queda es sólo un sentimiento y una hermosa visión. El resto se los llevó el viento y nunca más se los volvió a ver.
Después de todo, el estado de ánimo triste no puede durar mucho tiempo, porque hay ideales incipientes en el corazón y no se permite una depresión temporal. Así que no dejes que las semillas de la tristeza sigan propagándose, que te rompan el corazón y afilen tu espada. Como todavía somos jóvenes, todavía queda mucho por esperar. Si es demasiado bajo, sólo gradualmente se volverá cómodo y tus sueños se convertirán en polvo y serán difíciles de encontrar.
La tristeza es como un veneno lento, que poco a poco paraliza tu alma y aplasta tus ideales. Piénsalo, estos ya no están, ¿qué te queda?
Así que, de ahora en adelante, tengamos buen humor, miremos al mar, miremos al cielo, abracemos la belleza y mantengámonos alejados de la depresión. Puedes calmarte un rato y entenderlo. En lugar de desaparecer de este mundo para siempre, no hay necesidad de escapar de una larga vida. Se necesita experiencia para obtenerlo y se convierte en eternidad.