Brasil es conocido como el reino del fútbol.
El fútbol es la corriente principal de la vida cultural brasileña. Para los brasileños, el fútbol es un deporte, pero también es cultura. Siempre que hay una liga o una competición nacional o internacional importante, los brasileños suelen ir a ver el partido con toda su familia. La ciudad entera está vacía y el estadio lleno. Casi todo el mundo en Brasil es aficionado al fútbol. Los brasileños bromean diciendo que "la gente que no sabe o no entiende el fútbol no puede ser presidente de Brasil y no obtendrá altos índices de apoyo".
Los brasileños creen que el fútbol brasileño debería figurar entre el patrimonio cultural mundial. Los brasileños llaman al fútbol un "deporte popular". La gente juega al fútbol ya sea en la playa o en las calles de la ciudad. Incluso en los barrios marginales, los niños de familias pobres usaban sus pies descalzos para llenar sus calcetines con papel y jugar con ellos como si fueran una pelota. Muchos de los futbolistas brasileños de renombre internacional comenzaron su carrera futbolística aquí.
Futbolistas brasileños:
Brasil cuenta actualmente con cerca de 22.000 futbolistas a nivel nacional, con dos competiciones, la Liga Nacional y la Copa de Brasil. Los talentos del fútbol brasileño están surgiendo en grandes cantidades y hay un flujo constante de jugadores destacados, gracias a su sistema de descubrimiento y cultivo de talentos. Las escuelas de fútbol brasileño están ubicadas en todo el país y se centran en la formación de niños de 12 a 13 años, con excelentes entrenadores que les inculcan conceptos futbolísticos avanzados y habilidades básicas.
Cada club de Brasil emplea un grupo de ojeadores experimentados y perspicaces que se "activan" en varias escuelas de fútbol y sedes de competición durante todo el año para descubrir talentos destacados e informarlos al club de manera oportuna. El club decide si utilizarlo después de un examen físico, pruebas y observación in situ.
La selección brasileña selecciona a los jugadores no sólo en función de sus habilidades, sino también de si respetan la disciplina, tienen espíritu de equipo y buen carácter. Si un deportista quiere ganarse el apoyo del público brasileño y afianzarse en el club, primero debe tener la conciencia de amar el fútbol y amar al público. Debe esforzarse al máximo en cada partido y jugar a su propio nivel. y estilo, para que las personas que compren entradas para ver el partido deban hacer lo mejor que puedan para que los aficionados obtengan disfrute y satisfacción espiritual.
Referencia del contenido anterior: Biblioteca Baidu: qué país se llama Reino del Fútbol