El argumento comienza poco a poco.

Los chinos no aman el dinero. Note el amor aquí. Hay un viejo dicho que dice que el dinero es como el estiércol, pero la bondad es como el oro. Por eso la mayoría de nuestros billetes están arrugados y hechos jirones. Además, considero que ese comportamiento es libre y fácil. No miré el dinero que recibí, simplemente lo arrugué y lo metí en el bolsillo de mi pantalón. Sale una insinuación de "soy un derrochador". Pero recuerdo un ejemplo en el que una persona vino a Hong Kong y cambió RMB por dólares de Hong Kong, pero la señora del banco le quitó el RMB porque su RMB estaba descontado a la mitad. Cuando aplanó cada billete y lo entregó, esta vez el contador de dinero rechazó la mitad. La razón es sencilla. En Hong Kong, los billetes deben ser planos y crujientes, no sólo en los bancos, sino también en los quioscos callejeros y en los puestos de comida de los mercados. Si decimos que Hong Kong es rico y Tailandia es pobre, esto tiene que hacernos pensar profundamente. Aunque administrar el dinero es algo pequeño, demuestra respeto por los demás: aquellos que lo aceptan. Valorar el RMB, en un sentido amplio, significa amar al pueblo chino y a este país.

Aquí, no quiero abogar por que todos guarden sus billeteras y recojan cuidadosamente el RMB a partir de mañana. Es solo un poco de cuidado por el RMB. Todos pueden hacerlo, pero casi nadie puede. Esto me recuerda un artículo publicado en un periódico: Después de un partido de fútbol en un estadio japonés, miles de espectadores japoneses no dejaron ni un trozo de papel ni una cáscara. ¿Cómo estamos? Pequeñas cosas como no llenar de confeti reflejan la calidad de los ciudadanos de un país.

Cuando la gente habla de hacer grandes contribuciones a la patria, pienso en el famoso dicho "Si no barres una casa, ¿cómo podrás barrer el mundo?". Todavía somos jóvenes y estamos lejos de poder hacer grandes cosas o alcanzar grandes logros. Así que empecemos poco a poco. Hemos ingresado a la escuela secundaria y nos enfrentaremos al examen de ingreso a la escuela secundaria un año después. En dos años de estudio y de vida, hay muchas pequeñas cosas que debemos hacer: observar la disciplina, escuchar atentamente las conferencias y hacer los deberes con seriedad. Es esta pequeña cosa la que condensa nuestro conocimiento y confianza para el examen de ingreso a la escuela secundaria un año después.

Finalmente, lo que quiero decir es, comencemos desde hoy, comencemos desde las pequeñas cosas que nos rodean.