La rutina de hemaglutinación es un método para comprobar la función de coagulación sanguínea del organismo. Las pruebas de hemaglutinación de rutina incluyen el tiempo de protrombina, el tiempo de protrombina parcial activada, el tiempo de trombina, la medición del fibrinógeno y otros indicadores. Las pruebas de estos indicadores pueden ayudar a los médicos a descubrir trastornos del mecanismo de la coagulación, comprender el desarrollo de la enfermedad y juzgar el efecto del tratamiento, proporcionando así una referencia más precisa para el tratamiento.
La función de coagulación de la sangre juega un papel vital en las actividades normales de la vida humana. Sin embargo, si la coagulación es excesiva o se produce una disfunción de la coagulación, pueden producirse muchas enfermedades, como coágulos sanguíneos y hemorragias. Las pruebas integrales de rutina de coagulación sanguínea pueden evaluar el riesgo y la gravedad de estas enfermedades, mejorar la precisión del diagnóstico de enfermedades y ayudar a los médicos a desarrollar planes de tratamiento.
Además de las pruebas de coagulación de rutina, existen otras pruebas de coagulación más avanzadas, como la hemoglobina A1C, el dímero D, etc. Además de detectar la función de coagulación sanguínea, estos métodos de examen también pueden detectar otros indicadores relacionados para obtener una comprensión más completa y detallada de la afección. Sin embargo, debido al alto costo y la dificultad del examen, estos exámenes generalmente solo son adecuados para pacientes con afecciones graves.