1. Determine el motivo del rechazo: primero, debe aclarar por qué desea rechazar el manuscrito. Esto puede deberse a que descubrió un error, descubrió que sus hallazgos no coincidían con su hipótesis original o descubrió una mejor oportunidad de publicación. Cualquiera sea el motivo, debe explicárselo al editor de la revista.
2. Comunicación oportuna: Una vez que decidas rechazar un manuscrito, debes notificarlo al editor de la revista lo antes posible. Normalmente, la política de rechazo de la revista estipulará una fecha límite para el rechazo. Rechace su manuscrito antes de esta fecha para evitar cargos adicionales.
3. Cortesía: En tu carta de rechazo, debes ser educado y profesional. Incluso si no estás satisfecho con tu artículo o diario, debes evitar expresarlo en tu carta. Recuerde, su objetivo es hacer que el rechazo sea lo más sencillo posible, no crear una relación de confrontación con la revista.
4. Proporciona información detallada: En tu carta de rechazo, debes proporcionar suficiente información para que el editor de la revista pueda entender el motivo de tu rechazo. Esto puede incluir sus métodos de investigación, datos, resultados, etc.
5. Confirmar el rechazo: Después de enviar tu carta de rechazo, debes esperar una respuesta del editor de la revista para confirmar que han recibido y procesado tu solicitud de rechazo.
6. Mantenga registros: Finalmente, debe mantener registros de toda la correspondencia relacionada con el rechazo, incluida su carta de rechazo, la respuesta del editor de la revista, etc. Estos registros pueden ser útiles en futuros esfuerzos académicos.
En términos generales, el rechazo activo es un proceso que debe manejarse con cuidado. A través de una comunicación clara, oportuna y cortés, puede asegurarse de que el proceso de rechazo se desarrolle sin problemas y evitar problemas innecesarios.