Para la gente común y corriente, si no van a la universidad, puede que no haya salida. La educación es el trampolín. Partiendo de la premisa de que los pobres no tienen antecedentes familiares, tal vez las calificaciones académicas sean el único paso que podemos obtener por nuestra cuenta. Pero si algunas personas no son buenas leyendo pero sí cosechando, trabajar lo antes posible también es una buena opción.
En resumen, los estudiantes no deben abandonar sus estudios prematuramente debido a la pobreza, sino que deben enseñar a los estudiantes de acuerdo con sus aptitudes. Las personas que saben leer pueden cambiar su destino a través de la lectura, y las personas que no son buenas leyendo pueden cambiar su destino a través de la lucha.