Escribir, como profesión, puede cambiar mucho porque puede describir muy bien el estado de ánimo de una persona.
Tengo un sueño. Un día a los lectores les gustarán mis obras. Creo que mi sueño no está muy lejos de mí.
Escribir, como profesión, puede cambiar mucho porque puede describir muy bien el estado de ánimo de una persona.
Tengo un sueño. Un día a los lectores les gustarán mis obras. Creo que mi sueño no está muy lejos de mí.