En general, existen algunos puestos administrativos para los que es más fácil realizar el examen, como gestión administrativa, labores de secretaría, gestión de archivos, etc. Los contenidos de los exámenes para estos puestos son relativamente simples y la competencia es relativamente pequeña, lo que los hace adecuados para candidatos que no tienen una dirección profesional específica.
También hay algunos trabajos técnicos, como informática, redes y desarrollo de software. Los exámenes para estos puestos son difíciles, pero la competencia es feroz debido a la alta demanda del mercado. Los solicitantes con experiencia y formación técnica relevante pueden intentar postularse para estos puestos.
En resumen, al elegir qué puesto postularse, los candidatos deben considerar de manera integral su propia situación y las características del puesto para elegir el puesto que mejor se adapte a ellos, mejorando así su tasa de aprobación de exámenes y sus perspectivas de desarrollo profesional.