Los Preceptos Zhongji y los Grandes Preceptos Inmortales Celestiales son los dos últimos de los tres grandes preceptos de Quanzhen: (que contienen 300 preceptos)
El primer precepto. No se debe matar a todos los seres vivos.
El segundo mandamiento. No comas carne ni sangre de seres vivos.
El tercer mandamiento. No se permite alcohol.
El cuarto mandamiento. No comas cinco alimentos picantes.
El quinto mandamiento. No lo creas si dices tonterías.
El sexto mandamiento. No utilices palabras duras ni malas palabras.
El séptimo mandamiento. No mientas sobre lo que aún no has logrado. Las mentiras no comprobadas son evidencia.
El octavo mandamiento. No espíes a las mujeres. Un pequeño pensamiento lujurioso.
El Noveno Precepto. Sin robo de personajes.
El décimo mandamiento. No aceptes nada más que un centavo de alguien.
El undécimo mandamiento. No conspires contra nadie.
El duodécimo mandamiento. No preguntes por la gente.
El Decimotercer Precepto. No te enojes con tu maestro.
El decimocuarto mandamiento. No traiciones el amor de tu maestro.
El decimoquinto mandamiento. No tengas celos de los talentos.
El decimosexto mandamiento. Tengo que serle leal.
El Decimoséptimo Precepto. No lo ignores.
El mandamiento decimoctavo. No intimides a los jóvenes ni a los mayores.
El decimonoveno mandamiento. No engañes a tus compañeros.
El vigésimo mandamiento. No tengas celos de tus compañeros de clase.
El vigésimo primer mandamiento. No menospreciéis a vuestros discípulos.
El vigésimo segundo mandamiento. No os enojéis con vuestros discípulos.
El vigésimo tercer mandamiento. No trates a tus discípulos como omnipotentes.
El vigésimo cuarto mandamiento. No mimes a tus discípulos.
El vigésimo quinto mandamiento. No digas que la gente ha hecho el mal.
El vigésimo sexto mandamiento. No menosprecies a los mayores.
El vigésimo séptimo mandamiento. No seas rico y olvides a tu maestro.
El vigésimo octavo mandamiento. No seas engañoso con tus palabras ni albergues malos pensamientos en tu corazón.
El vigésimo noveno mandamiento. No seas codicioso de ganancias.
El trigésimo mandamiento. No acumule demasiada riqueza sin regalarla.
El trigésimo primer mandamiento. No se permite la posesión privada de espadas, palos o armas.
El mandamiento trigésimo segundo. No está permitido portar espadas, palos ni armas.
El trigésimo tercer mandamiento. No críes seis animales.
El Trigésimo Cuarto Precepto. No azotes a seis animales.
El trigésimo quinto mandamiento. No pisotee deliberadamente insectos y hormigas.
El trigésimo sexto mandamiento. No está permitido observar la pesca ni pescar con fines de entretenimiento.
El trigésimo séptimo mandamiento. No está permitido subir a los árboles para explorar nidos y romper huevos.
El trigésimo octavo precepto. No envidies la riqueza y busques el placer.
El trigésimo noveno mandamiento. No comer ni beber con utensilios de oro o plata.
El cuadragésimo mandamiento. No planees enterrar tu cuerpo y tus huesos después de la muerte.
El cuadragésimo primer mandamiento. No arroje alimentos al agua ni al fuego.
El mandamiento cuadragésimo segundo. Los elementos de éxito no se deben quemar.
El cuadragésimo tercer mandamiento. No se deben enterrar artefactos.
El cuadragésimo cuarto mandamiento. No seas codicioso por el gusto.
El cuadragésimo quinto mandamiento. No cambies cosas groseras por cosas buenas.
El cuadragésimo sexto mandamiento. No está permitido denigrar a los personajes como malvados.
El cuadragésimo séptimo mandamiento. Es mejor no elogiar las propias cosas.
El cuadragésimo octavo mandamiento. No escribas una carta a otros de forma arbitraria
El 49º Precepto. No escribas cartas difamatorias.
El quincuagésimo mandamiento. No está permitido enterrar objetos escritos en lugares sucios.
El quincuagésimo primer mandamiento. No busque conocimientos sobre asuntos militares y estatales.
El mandamiento quincuagésimo segundo. No está permitido adivinar la fortuna o la desgracia en los asuntos militares y estatales.
El quincuagésimo tercer mandamiento. No comentes sobre asuntos estatales.
El quincuagésimo cuarto mandamiento. No se permite ninguna manipulación del poder.
El quincuagésimo quinto precepto. No te encuentres con príncipes y nobles sin motivo.
El quincuagésimo sexto mandamiento. No cuentes las visitas a familias ricas y nobles.
El quincuagésimo séptimo mandamiento. No hagas comentarios arrogantes sobre la hora del día y las estrellas.
El quincuagésimo octavo precepto. No se permite aprender astronomía, astrología, adivinación y otras artes.
El quincuagésimo noveno mandamiento. No orines hacia el norte.
El Sexagésimo Precepto. No orine sobre insectos u hormigas.
El sexagésimo primer mandamiento. No dejes que la orina crezca en la hierba.
El precepto sexagésimo segundo. No se ahogue en agua potable.
El sexagésimo tercer mandamiento. No cubra pájaros ni animales.
El sexagésimo cuarto mandamiento. No os asustéis ni os disperséis.
El sexagésimo quinto precepto. No recoja flores y plantas sin motivo.
El sexagésimo sexto mandamiento. No se deben talar árboles sin motivo alguno.
El sexagésimo séptimo precepto. No quemes los campos o bosques con fuego.
El sexagésimo octavo precepto. No descubras la hibernación en el suelo durante los meses de invierno.
El sexagésimo noveno mandamiento. No comas solo.
El precepto septuagésimo. No elijas comida deliciosa.
El septuagésimo primer mandamiento. No predigas el matrimonio en este mundo.
El precepto setenta y dos. No rompas el matrimonio en este mundo.
El mandamiento setenta y tres. No mires la prostitución.
El precepto septuagésimo cuarto. No discutan entre ellos para que se odien.
El precepto septuagésimo quinto. No sospeches de los demás si escuchas sobre sus malas acciones.
El mandamiento septuagésimo sexto. No reveles los secretos de nadie.
El precepto septuagésimo séptimo. No esperes ver los escritos de la gente.
El precepto septuagésimo octavo. No se permite que nadie quede atrapado en un cuarto oscuro o en un incendio.
El septuagésimo noveno mandamiento. No evites a los demás y camina solo.
El Octavo Precepto. No hables a solas con mujeres.
El mandamiento octogésimo primero. A hombres y mujeres no se les permite vivir juntos.
El mandamiento ochenta y dos. No comparta comida ni ropa con mujeres.
El mandamiento ochenta y tres. No se te permite enseñar a las mujeres personalmente.
El mandamiento ochenta y cuatro. No digas que los padres de una persona son mejores que malos.
El mandamiento ochenta y cinco. No debes alabar públicamente al mundo ni socavar a las buenas personas.
El mandamiento ochenta y seis. No está permitido visitar las casas de al lado de otras personas.
El mandamiento ochenta y siete. No arrojes veneno al agua por error.
El precepto octogésimo octavo. No está permitido enajenar a miembros del clan con apellidos diferentes.
El mandamiento ochenta y nueve. No se le permite ser amado por el Partido.
El nonagésimo mandamiento. No enseñes a la gente a perder a sus bebés y dañar a sus fetos.
El nonagésimo primero mandamiento. No enseñes a la gente a salir de casa a la ligera.
El mandamiento nonagésimo segundo. No se deben presentar quejas por motivos oficiales.
El mandamiento nonagésimo tercero. No te acerques a los extraterrestres.
El mandamiento nonagésimo cuarto. No reúnas a la gente.
El mandamiento nonagésimo quinto. No te reúnas en grandes reuniones y comas mal.
El mandamiento nonagésimo sexto. No aceptes el respeto de los demás.
El precepto nonagésimo séptimo. No te asocies con gente mala.
El precepto nonagésimo octavo. No le quites lo que a los demás les gusta.
El mandamiento nonagésimo noveno. No estés orgulloso de ti mismo.
El centésimo precepto. No para uso personal.
Los Ciento Primero Preceptos. No guardes rencores ni pienses en retribuir a los demás.
El Precepto 120. No juegues con gente con cosas sucias.
El Precepto 130. No mires a la gente con ira.
El Precepto 140. No les saques la lengua a los demás.
El Precepto 150. No hagas ningún tabú.
El Ciento Sexto Precepto. No se permiten personajes.
El Ciento Séptimo Precepto. No se deben bloquear pozos ni acequias.
El precepto 180. El agua del Pichi no debe agotarse.
El precepto 19. No está permitido bañarse en los ríos sin permiso.
El precepto ciento décimo. No arrojes cosas sucias al pozo.
El Precepto 111. No está permitido bañarse desnudo.
El 112º Precepto. No salpique agua caliente al suelo para dañar insectos u hormigas.
El 113º Precepto. No te rías a carcajadas.
El precepto ciento catorce. No menosprecies a los ancianos, los enfermos y los discapacitados.
El precepto 115. No abandonéis a los mendigos.
El Precepto 116. No confíes en tu poder para dominar el mundo.
El precepto ciento diecisiete. No puedes cambiar de familia con tus padres o hermanos.
El 118º Precepto. No comentes sobre los talentos y deficiencias de profesores y amigos.
El precepto 119. No culpes al maestro.
El Precepto 120. No faltes el respeto a tu amo ni rompas tu juramento.
El precepto 121. No menospreciéis las enseñanzas del Dharma.
El 122º Precepto. No ataques a la gente buena.
El Precepto 123. No culpes a la gente buena.
El Precepto 124. No llames a las personas esclavos ni bestias.
El Precepto 125. No lo maldigas ni lo insultes.
El 126º Precepto. No culpes a los demás por sus errores.
El 127º Precepto. No te preocupes por los desastres de otras personas.
El 128º Precepto. No molestes al mundo con quejas.
El Precepto 129. No se le permite ser el anfitrión de ceremonias para personas seculares.
El precepto 130. No construyas una casa para otros.
El precepto 131. No se puede predecir la buena o mala suerte en el mundo.
El Precepto 132. Si no se te permite ir, darás la espalda al camino equivocado.
El precepto 133. No está permitido defender y litigar asuntos oficiales.
El 134º Precepto. No os burléis ni os calumniéis unos a otros con la gente común.
El Precepto 135. No utilices a personas disfrazadas como cortesía.
El Precepto 136. No está permitido realizar transacciones de venta de títulos de garante para terceros.
El 137º Precepto. No hablar múltiples idiomas entre las personas y participar en costumbres populares.
El 138º Precepto. No sigas las costumbres populares y busques competencia en el mundo.
El precepto 139. No celebres con gente vulgar.
El Precepto 140. No encubras los logros de otras personas para tu propio beneficio.
Capítulo 141: Preceptos. No envíes malas palabras hacia o desde otros.
El 142º Precepto. No utilices más personas que den órdenes.
El Precepto 143. No seas amigo de los soldados.
El Precepto 144. No se le permite asociarse con la casa de prostitutas.
El Precepto 145. No hagas alarde de tu capacidad de curar.
El Precepto 146. No menosprecies a los funcionarios.
El 147º Precepto. No discutas los méritos y las hazañas del mundo.
El 148º Precepto. No des favores y persigas la tacañería.
El Precepto 149. No deambule sin límites.
El precepto 150. No subas alto y seas condescendiente.
Capítulo 151: Preceptos. No está permitido viajar en coche ni a caballo.
El 152º Precepto. No se te permite elegir una buena casa o cama para dormir.
El precepto 153. No comentes sobre los gustos y aversiones dietéticas de otras personas.
El 154º Precepto. No utilices las manos para comer o morder la comida.
El Precepto 155. No bloquees el camino con espinas.
El 156º Precepto. No adores a los dioses por el bien de la suerte.
El 157º Precepto. No adoréis a dioses ni fantasmas.
El 158º Precepto. No jures por dioses ni fantasmas.
El Precepto 159. No se permite la desnudez.
El Precepto 160. No ignores el viento y la lluvia.
El aviso ciento sesenta y uno. Tengo que practicar Zhai Zhi y Zhai Zhi no es perfecto.
El Precepto 162. No tome prestada propiedad con falsos pretextos sin devolvérsela al propietario.
El Precepto 163. No persuadir a otros a hacer el mal.
El 164º Precepto. No impidan que la gente haga buenas obras.
El Precepto 165. No puedes aceptar las enseñanzas de un maestro y afirmar que lo has logrado.
El Precepto 166. Está prohibido que el clan sufra la muerte, la enfermedad, culpe al Tao y culpe al maestro.
El Precepto 167. No está permitido enseñar sutras y preceptos a seres no humanos y no según el año y el mes.
El 168º Precepto. No agregues ni restes sutras o preceptos por tu voluntad.
El Precepto 169. No asustes a jóvenes ni a mayores.
El Precepto 170. No haga afirmaciones falsas sobre desastres que asusten a la gente.
El aviso ciento setenta y uno. No te rías de la gente testaruda y pobre.
El Precepto 172. No temas que los pájaros y las bestias te lleven a la pobreza.
El Precepto 173. No seas arrogante con los Tres Tesoros e ignores al Señor Celestial.
El 174º Precepto. No debes encontrarte con dioses que no practiquen el arrepentimiento durante los días de ayuno.
El Precepto 175. No se asocie con personas poco filiales y desleales.
El Precepto 176. No pretendas ser una persona real con un nombre diferente.
El Precepto 177. No creas en herejes y opiniones malvadas.
El 178º Precepto. No se debe repartir ningún excedente de ropa entre los pobres.
El Precepto 179. No impidas que la gente lea el Tao.
El precepto 180. No pretendas ser un escriba para aprender mediante el fraude.
El precepto 181. No respetes a los demás.
El Precepto 182. No robes las escrituras y preceptos de otros.
El Precepto 183. No uses ropa ornamentada.
El 184º Precepto. No te sientes en un asiento alto sin quedar impuro.
El precepto ciento ochenta y cinco. Cuando camines con otros, deja que los demás vayan antes que tú.
El precepto ciento ochenta y seis. Él y su compañero de clase Xia Qin estaban a cargo de cocinar.
El precepto ciento ochenta y siete. Saca agua con tus compañeros en invierno.
El precepto 188. Si comes con otras personas, debes comer sus cereales secundarios.
El precepto 189.
Cuando coma con otras personas, debe dejar de comer antes de hacerlo solo.
El Precepto 190. Cuando eres compañero de clase, primero debes respetarte a ti mismo.
El aviso ciento noventa y uno. Si vives con otros como compañeros de clase, los demás te castigarán.
El Precepto 192. Cuando eres compañero de clase, nunca debes dejar de enseñar.
El Precepto 193. Cuando hable con sus compañeros de clase, pida consejo.
El Precepto 194. No debería haber resentimiento cuando la gente se hace mal a sí misma.
El Precepto 195. Mendigando comida y deseando al dueño todas las bendiciones y plenitud.
El precepto ciento noventa y seis. Cuando hables con una mujer, no debes mirarla a la cara y sonreír.
El aviso ciento noventa y siete. No compitan con otros para elegir el lugar correcto al cruzar juntos el río.
El Precepto 198. No sospeches de tus compañeros si pierdes algo.
El Precepto 199. Si pierdes algo, debes resignarte a arrepentirte.
El precepto 200. Si te enfermas con frecuencia, debes respetarte, culparte y arreglarte en el futuro.
El Precepto 210. Ten paciencia con lo que otros no pueden tolerar.
El precepto 22. Ser capaz de romper lo que nadie puede romper.
El precepto 23. Aprende lo que otros no pueden aprender.
El Precepto 24. Tolera lo que otros no pueden tolerar.
El Precepto 250. Dondequiera que vayas, primero debes preguntar a las personas virtuosas y amables y confiar en ellas.
El Precepto 260. Vayas donde vayas, primero debes preguntar sobre los tabúes.
El Precepto 27. Siempre que entres a una casa, primero debes preguntar los nombres de los mayores de la familia.
El precepto 28. Si una persona se calumnia a sí misma, debe cultivar diligentemente el gran sendero y no deprimirse ni dañar su espíritu.
El precepto 29. Realmente no puedo entenderlo si no tengo experiencia en aprender y mi espíritu está divagando.
El Precepto 210. Si el cuerpo está impuro, el alma se irá.
El Precepto 211. Si tienes corazón, serás ingenuo y morirás. El diablo no lo aceptará.
El Precepto 212. Si tienes un hogar, los tres venenos no serán destruidos y las tres verdades no vivirán.
El Precepto 213. Si tienes cuerpo, no podrás responder a todos tus deseos si no piensas en ellos detenidamente.
El Precepto 214. Cuando tu mente está en paz, todas las preocupaciones cesan.
El Precepto 215. Cuando la ambición es vacía y pura por dentro y por fuera.
El Precepto 216. Cuando la conciencia desaparece, entonces aparece la persona real.
El Precepto 217. Cuando piensas en comida, siempre debes esforzarte por ser puro y frugal.
El Precepto 218. Recuerda salvar a los demás primero y luego salvarte a ti mismo.
El Precepto 219. Debes habitar en la tranquilidad de las montañas y los bosques y meditar en el Camino Perfecto.
El Precepto 220. Recuerda ser una persona empobrecida, leer las escrituras y practicar el Tao sin cansarte.
El desertor número 221. Recuerda quemar todo el incienso brillante y difundir su fragancia a todos los cielos para limpiar el reino de los demonios.
El Precepto 222. Recuerda escuchar el maravilloso mensaje entre los sabios.
El precepto 223. Por favor acepte los Sutras del Tesoro de las Tres Cuevas y haga ofrendas con diligencia.
El Precepto 224. Nunca debes cansarte de realizar actos meritorios para salvar a la gente.
El Precepto 225. Debes recordar devolver tu amabilidad a tus profesores y amigos.
El Precepto 226. Recuerda que el rey puro del país traerá paz y paz a todos.
El Precepto 227. Recuerde que los países vecinos tienen sus propios caminos y cada uno mantiene su propio reino.
El Precepto 228. Recuerde desearle a la gente una vida segura y saludable.
La advertencia número 229. Cuando piensas primero en todas las cosas, no sólo debes orar por ti mismo.
El precepto 230. Recuerda respetar a los fantasmas y dioses sin halagos ni arrogancia.
El desertor número 231. Recuerda la forma de protegerte de los demonios mediante técnicas de gran alcance.
El Precepto 232. Recuerda el arte de cantar y bailar lejos del sonido y el color.
El precepto 233. Tengan cuidado de mantenerse alejados de los malvados y engañosos.
El Precepto 234. Recuerde defender la verdad y permanecer fiel a su voluntad.
El Preceptor 235. Las palabras no deben ser contrarias a la mente y el corazón debe ser fiel a la forma.
El Precepto 236. Recuerda acatar las escrituras y los preceptos sin ninguna duda.
El Preceptor 237. Mantén tu mente pura y casta sin buscar ni querer.
El Precepto 238. Cuando piensas en ello, tu mente no tiene pensamientos sino que está vacía y en silencio.
El Preceptor 239. Recuerda que toda familia tiene paz y no hay dolor.
El Precepto 240. Recuerda que los pecados de quienes están en peligro en el mundo serán aliviados de su sufrimiento y dolor.
El abandono número 241. Recuerde que la sabiduría, la magnificencia y el poder real del emperador aumentan día a día.
El Precepto 242. Recuerda que Tai Fu es una persona virtuosa que mantiene siempre el Tao.
El Preceptor 243. Recuerda el tiempo del cielo y la tierra, el sol, la luna, el viento, la lluvia, la nieve, las heladas.
El Precepto 244. Recuerda que mis padres me criaron.
El Precepto 245. Recuerda a los siete abuelos que ascendieron al cielo.
El Precepto 236. Recuerda que mi maestro pronto será promovido a la iluminación.
El Preceptor 247. Al pensar en el Señor Celestial, enviará la luz del cabello blanco para salvar los tres rayos de sal y traer luz.
El Precepto 248. Recuerden que los camaradas y ministros les enseñarán a seguir el camino correcto.
El Precepto 249. La recitación no debe violar las palabras recitadas por su boca.
El Preceptor 250. Recuerde que obedecer diligentemente a Qi Breaking Valley es el camino hacia la inmortalidad.
Capítulo 251: Preceptor. Sea diligente en buscar la longevidad y nunca se canse ni de día ni de noche.
El Precepto 252. Tenga cuidado de evitar sospechas y no confíe en la amabilidad para presumir.
El Preceptor 253. Debéis ser diligentes en evitar las dificultades y no codiciar la gloria mundana.
El Precepto 254. Recuerda evitar a los malhechores y nunca abandonar a tus amigos.
El Preceptor 255. Ten en cuenta que mi destino y mi karma serán erradicados.
El Precepto 256. Tenga en cuenta que mi raíz fetal nunca renacerá como miembro de la misma especie.
El Precepto 257. Recuerda que el árbol en el que nací se ha marchitado y mi espíritu se ha fusionado con el cuerpo de innumerables tribulaciones y la verdad.
El Precepto 258. Cuando contemplas las diez direcciones, nada está oculto.
El Precepto 259. Cuando pienses en Santulu, tendrás un largo descanso en el infierno.
El Precepto 260. Deberías pensar en limpiar tu Qi, nutrir tu espíritu y desechar todo tipo de grasas.
La advertencia 261. Recuerden conservar siempre al Verdadero Hijo de los Tres Palacios.
El Precepto 262. Recuerde comportarse de manera armoniosa y no actuar de manera vulgar.
El Precepto 263. Debes recitar constantemente el Sutra de las tres joyas y los preceptos.
El Precepto 264. Recuerda sostener a la mujer en tus brazos como si estuvieras frente a Dios.
El Precepto 265. Debería pensar en ascender a la inmortalidad para salvar al mundo y beneficiar a todos los seres vivos.
El Precepto 266. Piensa en tus profesores, amigos y compañeros de clase como el fruto de la iluminación.
El Precepto 267. Debo recordar haber visto personalmente a los verdaderos inmortales y altos taoístas practicando el Dharma.
El Precepto 268. Recuerda que el Santo Rey gobernó el mundo y aprovechó la tendencia para cambiar el mundo.
El Preceptor 269. Cuando comas el alimento natural de la cocina celestial, no tendrás ningún pensamiento de hambre o sed.
El Precepto 270. A la hora de pensar y ser inocente, debéis ser indiferentes a ello.
La advertencia 271. Recuerda que el niño hada y la hermosa niña vendrán a servir el banquete del Dharma.
El Precepto 272. Recuerde viajar hacia el este hasta Qinglin y Donghua.
El Precepto 273. Recuerde viajar hacia el sur hasta Nanhua, el Gran Dan.
El Precepto 274. Recuerde Viaje al Oeste y Yang Xihua.
El Preceptor 275. Recuerda viajar a Biluo Beihua en el norte.
El Precepto 276. Piense en viajar hacia el noreste. Salva a los hombres y mujeres comunes.
Dale la oportunidad de guiarte a través de la Puerta Noreste. Entrar en un lugar de inacción.
El Preceptor 277. Piense en viajar hacia el sureste. Salva a los hombres y mujeres comunes.
Avísale para que entre por la puerta sureste. Ling es causado por Tao.
El Precepto 278. Piense en viajar hacia el suroeste. Salva a los hombres y mujeres comunes.
Avísale para que entre por la puerta suroeste. Conduce al camino de la inacción.
El Preceptor 279. Piense en viajar hacia el noroeste. Salva a los hombres y mujeres comunes.
Dale consejos para entrar por la puerta noroeste. Debes ascender al verdadero lugar.
El Precepto 280. Piensa en viajar a través de cuevas, cielos, Langtai y Kunlun.
El abandono número 281. Piense en viajar al Zhaitang. Explique el Camino Santo con claridad y comprenda a Yuanwei.
El precepto 282. Recuerda viajar a la Torre Dorada de la Dinastía Qing. Me gustaría conocerle, Su Majestad.
El Precepto 283. Recuerde visitar el Palacio Qibao de Yuqing para rendir homenaje al Señor Celestial de los Tres Yuan.
El Precepto 284. Recuerda visitar el Palacio Danxia en Yuqing para rendir homenaje a los veinticuatro grandes santos del Ser Supremo.
El Preceptor 285. Debería pensar en viajar a Taishang Yujing. La terraza Qibao Liuxia cubre el Yulin.
Bendiciones al Supremo Señor Celestial desde todas direcciones. El gran sabio regresa de la calamidad final.
El Precepto 286. Piense en visitar el Palacio Ziyun. Los treinta y nueve grandes santos de Lidong.
El Preceptor 287. Recuerda viajar al Palacio Dorado de los Treinta y Seis Cielos. Respeta al Emperador del Cielo.
El precepto 288. Piensa en viajar al Palacio Dorado de los Nueve Cielos. La cortesía es suprema y verdadera.
El Preceptor 289. Piense en viajar a los palacios y casas en los cielos. Pregunte y analice las Escrituras con personas reales.
El Precepto 290. Recuerda viajar al Palacio de los Siete Tesoros durante seis días. Ver al Gran Rey Demonio. Ver que me he convertido en un inmortal. Del Qubu de Liquan.
La advertencia 291. Recuerda visitar el palacio del sol y la luna. Brillante y brillante.
Conozca respetuosamente al Rey del Sol y la Luna. Beba la suspensión del líquido dorado de flores de sol y luna.
El Precepto 292. Recuerda visitar el Palacio Liujing de Brahma. Rinde homenaje a los Cuatro Emperadores Celestiales. Escuche los cantos celestiales que son claros, elegantes y maravillosos.
El Precepto 293. Deberías leer el bosque Qibao en Qingtian. El aroma del renacimiento.
Liu Fang va contra el viento. Escuché el rugido de leones y dragones voladores a tres mil millas de distancia.
El Precepto 294. Recuerda visitar las piscinas de los cielos. Sentado sobre el loto.
La fragancia fluye de forma natural. Zhutianchi y Baitianchi. Todo en un solo lugar. Todos están felices.
El Preceptor 295. Recuerda viajar a todos los cielos. Escuche música juntiana. Sin pensamientos mundanos.
El Precepto 296. Piensa en viajar a los cielos exteriores en las diez direcciones. Rinde homenaje al gran santo, a la persona suprema y recta.
El Preceptor 297. Mientras piensa, viaje al Palacio Celestial Infinite Vajra a continuación. Rinde homenaje a todos los mayores y personas reales.
El Precepto 298. Debería pensar en viajar a los palacios y cuevas escondidos de montañas famosas del mundo. En adorar a los santos, los taoístas son los primeros.
El Preceptor 299. Recuerda el secreto y la inocencia. El nombre es tabú en la boca.
El precepto número 300. No rompáis los preceptos. Puedes arrepentirte cuando cometes un pecado. Voy a practicar y convenzo a la gente para que lo acepte. El contenido del Anillo Inmortal Celestial es demasiado largo. Búscalo en Baidu para encontrarlo fácilmente.