1. Alta presión
Los consultores curriculares deben tener una comprensión detallada de los estudiantes y desarrollar planes académicos basados en los intereses, habilidades y objetivos de los estudiantes. Esto requiere que tengan un conocimiento profundo del sistema educativo, las características de las materias y el desarrollo profesional, y que mantengan una buena comunicación con las escuelas, los padres y los estudiantes. Debido a que estas tareas requieren mucho tiempo y energía, el trabajo de un consultor de cursos puede resultar muy estresante.
2. El contenido del trabajo es repetitivo y aburrido.
Los consultores de cursos a menudo necesitan manejar una gran cantidad de archivos de estudiantes, formular los planes académicos correspondientes y brindar consultas individuales. estudiantes. Aunque la situación de cada estudiante es diferente, los asesores del curso inevitablemente encontrarán muchos problemas y dificultades similares a lo largo del proceso. Este contenido de trabajo repetitivo y aburrido puede fácilmente hacerlos sentir monótonos y carentes de desafíos.
3. Mala remuneración
Aunque el trabajo de los consultores curriculares es muy importante tanto para los estudiantes como para las escuelas, muchas instituciones educativas a menudo no les proporcionan salarios ni beneficios adecuados. El puesto de asesor curricular a menudo se considera un puesto de gestión intermedia, pero a menudo no recibe el reconocimiento y las recompensas que merece. Esto ha resultado en que muchas personas capaces no estén dispuestas a ocupar este puesto y elijan otras carreras con mejores salarios.
4. Relaciones interpersonales complejas
Como consultores curriculares, necesitan comunicarse y cooperar con muchas personas, como líderes escolares, maestros, padres y estudiantes. Hubo muchos casos de falta de cooperación y comprensión, lo que trajo ciertas dificultades al trabajo. Los consultores del curso deben tener sólidas habilidades de comunicación y coordinación y lidiar con diversas relaciones interpersonales. Para muchas personas, ésta es una tarea extremadamente difícil.
5. No hay mucho margen para el desarrollo profesional.
El avance profesional de los consultores de cursos suele ser limitado. Una vez que ingresan a esta industria, a menudo solo tienen dos direcciones de desarrollo: una es ser promovida a directora de educación de una escuela y la otra es convertirse en consultora de una institución de educación y capacitación; En comparación, otras carreras suelen tener más oportunidades de desarrollo y perspectivas más amplias, lo que es una de las principales razones por las que muchas personas dejan de trabajar como consultores de cursos.