Las recompensas por la valentía deben otorgarse a adultos, no a menores. El objetivo de la asociación es ayudar a las personas necesitadas en tiempos de crisis, eliminar peligros y proteger la seguridad de la vida y los bienes de la empresa, es decir, animar a otros a participar en las medidas de rescate en caso de emergencia. Debido a que es una emergencia, generalmente es difícil o peligroso manejarla. Los menores son inmaduros, tienen capacidades limitadas y carecen de conciencia de los peligros. Si participan en este peligro, no sólo no será propicio para el rescate, sino que también se dañarán a sí mismos. Si se produce un incendio o un agua, si hay niños involucrados, aunque pueden ayudar, son más peligrosos. Por ejemplo, en esta situación, si los otros siete niños ayudan directamente y piden ayuda a los adultos, entonces al menos estos siete niños estarán a salvo. Puede haber ejemplos de rescates exitosos. Si es reconocido y recompensado por la sociedad, puede hacer que los niños imiten y participen sin dudar en situaciones de emergencia, poniéndose en peligro e incluso llevándolos a sacrificios innecesarios.
En el caso de los menores, la educación sobre seguridad debe reforzarse en lugar de fomentarse. Los menores no comprenden suficientemente la seguridad y el peligro y no pueden juzgar las consecuencias de los acontecimientos. Por lo tanto, las escuelas y los padres necesitan popularizar los conocimientos de seguridad, como los más comunes sobre agua y electricidad. No está permitido nadar en ríos y presas, especialmente en tramos de ríos desconocidos. No se puede jugar con fuego. Muchas personas tienen ejemplos de jugar con materiales ignífugos cuando eran jóvenes, lo que provocó incendios en el hogar, que no solo causaron daños a la propiedad, sino que también causaron un gran peligro. Recuerdo haber disparado petardos con mis amigos cuando era niño. Cuando lo encendí, lo cogí y lo miré. Como resultado, un arma me alcanzó la mano. Más tarde pensé que era bueno que no nos reuniéramos para verlo. Por lo tanto, tanto las escuelas como los padres deben fortalecer la educación sobre seguridad de los niños. Sólo así se podrán evitar accidentes de forma más eficaz.
Necesitamos compensar a los siete niños que lo han hecho bien, no en nombre del buen trabajo, sino en nombre del apoyo social a las personas mayores. No animes ciegamente a los menores a actuar con valentía. A la larga, este tipo de estímulo no favorece el crecimiento saludable de los niños. Ahora, las dolorosas lecciones de estos ocho amigos nos dicen que la supervisión y educación sobre seguridad de los menores no se puede relajar. Si hubiera habido un adulto en ese momento, esta tragedia se podría haber evitado. Y si todos los niños supieran rescatar y pidieran ayuda, las ocho personas no se ahogarían. Por lo tanto, cuide bien a su hijo, déjele familiarizarse con los conocimientos de seguridad, tener suficiente conciencia de seguridad y crecer saludablemente.