1. El entorno económico y ecológico no es bueno: la caída de las acciones de Hong Kong es un reflejo de la mala situación económica general. Factores como la desaceleración del crecimiento económico, el aumento del desempleo y la disminución de la confianza de los consumidores han hecho que los inversores se preocupen por el desarrollo económico futuro, lo que a su vez ha afectado el desempeño del mercado de valores.
2. Dificultades de financiación: El colapso del mercado de valores de Hong Kong provocará dificultades de financiación a las empresas que cotizan en bolsa. Si el precio de las acciones cae, el valor de mercado de la empresa disminuirá, lo que reducirá su capacidad de financiación. Esto dificulta que la empresa expanda su negocio, invierta o pague deudas, lo que afecta aún más su rentabilidad y perspectivas de desarrollo.
3. Rentabilidad en descenso: La caída de las acciones de Hong Kong va acompañada de una caída en la rentabilidad de las empresas que cotizan en bolsa. La recesión económica y la inestabilidad del mercado han provocado una disminución de las ventas, los beneficios e incluso las pérdidas de las empresas. Esto reducirá las expectativas de los inversores sobre la rentabilidad futura de la empresa, lo que afectará negativamente al precio de las acciones.