Cuando la situación epidémica en Wuhan no era optimista, Zhang asumió resueltamente la responsabilidad como médico y fue al frente, a pesar de que padecía ELA y tenía movilidad limitada. Su vida está en cuenta regresiva, pero está trabajando duro para salvar más vidas. Incluso si sabes que se avecina una epidemia, aún puedes contraer el virus accidentalmente. A pesar de que su esposa había sido diagnosticada, Zhang ni siquiera tuvo tiempo de cuidarla, pero aun así insistió en tratar a los pacientes en primera línea. Desempeña sus funciones concienzudamente en su cargo. Vale la pena aprender de todos esta valiente dedicación.
Aunque estaba enfermo, no pudo evitar que Zhang corriera hacia adelante. La atrofia de los músculos del cuerpo no puede asustar su espíritu y su mente. Usó su gran fuerza de voluntad para superar el dolor causado por la enfermedad y salvar a más pacientes gravemente enfermos. Este tipo de tenacidad mental es la base para que una persona se mantenga firme. Cuando el país y el pueblo lo necesitaron, Zhang se puso de pie con valentía. Pone la vida humana en primer lugar, no pierde ninguna esperanza y hace todo lo posible para tratar a cada paciente. Vale la pena aprender este espíritu tenaz de reverencia por la vida y de nunca perder la esperanza.
Debemos seguir a Zhang como ejemplo, mejorar constantemente nuestro carácter moral y tener nuestras propias creencias firmes. Ante las dificultades, no podemos olvidar nuestras aspiraciones originales y luchar contra las dificultades con un espíritu indomable. Incluso si estamos en peligro, podemos confiar en nuestros propios esfuerzos para encontrar un camino brillante. Estas excelentes cualidades de Zhang son un ejemplo del que podemos aprender.