Educación amable, guía amorosa

Usa el amor como guía y abandona la negatividad.

Ante los errores de los niños, la ira y la violencia no son la solución. Este tipo de educación sólo dañará la mente del niño y aumentará la rebelión. El verdadero cambio comienza con la tranquilidad como padre. Una educación amable hace del amor un puente de comunicación más que una catarsis de emociones.

Escuche con calma y comprenda la voz de su hijo.

Cuando su hijo pierda el control de sus emociones, trate de afrontarlo con calma y dese a usted y a su hijo un tiempo de amortiguación. Respira hondo, cálmate y luego mantén una conversación sincera con tu hijo y escucha lo que realmente piensa.

No a las personas, sino a la sabiduría.

Cuando se trata de errores de los niños, la crítica no es el propósito. Dígales claramente a sus hijos qué comportamientos son inaceptables, por qué y oriéntelos sobre cómo actuar apropiadamente. Por ejemplo, cuando se quedan quietos mirando una ventana peligrosa, no se les culpa simplemente, sino que se les guía para que comprendan las consecuencias de hacerlo y aprendan a protegerse.

Gestión emocional, para una mejor educación.

Cuando nos topamos con problemas educativos difíciles, no hay necesidad de apresurarnos a buscar soluciones. Salir por un rato, relajarse o buscar apoyo es todo para volver mejor con tus hijos y darles la educación y orientación que se merecen.