1. A los ojos de tus padres, eres una niña vivaz y alegre, no importa dónde estés, gorjearás como un pájaro y subirás y bajarás como un mono, haciendo ruidos. -Parar y gustar participar en diversas actividades.
2. A los ojos de tus padres, eres un niño obstinado. Cuanto más no te permiten hacer algo, insistes en tocarlo, tocarlo y mirarlo, dejando a la gente estupefacta.
3. A los ojos de tus padres, eres un niño con una gran capacidad de autocuidado. Siempre puedes guardar en orden las cosas que has jugado y usado, aunque ocasionalmente puedas ser perezoso.
4. A los ojos de tus padres, eres una niña sensata. Cuando ves que otros tienen juguetes nuevos, siempre los reclamarás, pero siempre y cuando te hable de las alegrías y las dificultades. Para ganar dinero, siempre escuchaba con atención, dejaba de llorar y decía: "Cuando seas grande, debes tratarnos bien. Eso me calentó el corazón, aunque a veces nos enojaba".
5. A los ojos de tus padres eres un bebé generoso. Cada vez que comes algo, siempre dejas que tus mayores lo prueben primero, por mucho que te quede. Cada vez que vienen los hijos del vecino siempre nos llevamos bien con ellos, aunque también hay momentos desagradables.
6. A los ojos de mis padres, debo ser travieso. Porque siempre tienen miedo de que corra peligro, me caiga, me rompa o me lastime, ¡pero no saben que en realidad soy muy inteligente!
7. A los ojos de mis padres, debo ser inteligente. De lo contrario, ¿por qué mi madre seguiría dándome el visto bueno y elogiándome? De hecho, no solo soy inteligente sino también sensato. ¡El abuelo, la abuela, el abuelo y la abuela dicen que soy su amor y que siempre me saluda!