2. Brinde a los niños el derecho a elegir, déjeles sentir que sus padres los valoran y sólo así estarán dispuestos a tomar sus propias decisiones.
3. Detallar las tareas laborales y dar buen ejemplo a los niños.
4. Olvídate del "perfeccionismo". Por ejemplo, el niño arregló su habitación hoy, pero no estaba particularmente ordenada. En este momento, los padres deben primero elogiar a sus hijos y luego señalar sus defectos, para que el entusiasmo de los niños no se desanime y trabajen más duro en el futuro.
5. No fuerce a sus hijos. Cuando les indique que realicen tareas domésticas y otras tareas, déles recompensas adecuadas, no solo castigos, sino recompensas claras. Esto puede promover que los niños desarrollen buenos hábitos y mejoren sus hábitos. Confianza en sí mismos, ¡deje que los niños tengan más confianza para cooperar con los demás en la vida!