La laringitis folicular se puede dividir en tipos agudos y crónicos. La faringitis folicular aguda manifiesta principalmente síntomas como ardor, hinchazón y tos en la faringe y generalmente se recupera en 5 días. La faringitis folicular crónica es una enfermedad progresiva a largo plazo, generalmente acompañada de síntomas como flema excesiva, flema pegajosa, ronquera, tos y dificultad para respirar.
La faringitis folicular se llama faringitis folicular porque cuando la garganta se encuentra con algunos irritantes, producirá una respuesta inmune y formará un sistema de defensa protector, concretamente los folículos laríngeos. Cuando la función inmune se ve comprometida, estos folículos pilosos se vuelven más susceptibles a la invasión de virus o bacterias, causando infecciones de garganta. Por lo tanto, en la vida diaria debemos mantener la ventilación interior, lavarnos las manos con frecuencia, prestar atención a una dieta saludable y prevenir enfermedades de la garganta.