Los primeros faros se construían con madera y piedra, y más tarde evolucionaron hasta convertirse en estructuras de hierro y hormigón. La mayor parte del tiempo, las velas están encendidas y su luz se refleja en un simple espejo de metal. Entre los faros antiguos que todavía se utilizan hoy en día se encuentra el faro de Livorno en Italia, de 50 metros de altura y construido en piedra en 1304.
En 1784, alguien inventó un dispositivo de combustible apto para faros, que consistía en una mecha y un espejo metálico parabólico. En 1822, alguien fabricó una lente que podía enfocar y proyectar haces de luz, mejorando efectivamente la iluminación de los faros. Los faros eléctricos aparecieron en 1858. En 1885, se utilizó por primera vez el método de cajón para construir faros sobre cimientos blandos. 1906 Se construye la primera torre de flash de gas.
En 1850, sólo había 1.570 faros en el mundo. En 1900, el número aumentó a 9.400. A principios de la década de 1990, había más de 55.000 faros, incluidos otros faros luminosos. El faro brilla en cada rincón del mar, guiando a los marineros perdidos. Este faro histórico sigue siendo una señal de navegación fiable y eficaz.