Los padres no deben superponer sueños a sus hijos, de lo contrario la presión sobre los niños aumentará. Los adultos pueden ser castañas de agua pulidas por el dolor de la vida, pero la vida de un niño apenas comienza. Imponer a sus hijos sus sueños incumplidos les ejercerá mucha presión. Los padres ciertamente esperan que sus hijos puedan hacerlo por sí mismos algún día, porque sólo así podrán sentirse gratificados y llenos de alegría. Los padres deben controlar su propio comportamiento y permitir que sus hijos se relajen y estudien mucho.
Los padres nunca deben arreglar el futuro de sus hijos, sino que deben saber qué les gusta a sus hijos y qué quieren ser. Tal vez los padres obtengan una respuesta con la que no están de acuerdo, pero mientras la dejen pasar, sus hijos definitivamente lograrán algo. Debido a que los padres siempre critican el comportamiento de sus hijos, con el tiempo los niños desarrollarán un fenómeno muy doloroso. Los padres no deben permitir que sus hijos se sientan en conflicto con su comportamiento, de lo contrario, se sentirán confundidos en el futuro.
En general, no importa qué tipo de persona quiera ser un niño en el futuro, siempre que trabaje duro, definitivamente hará realidad su sueño. Lo único que pueden hacer los padres es quedarse con sus hijos. No importa cuán agraviados estén, los padres deben ayudar a sus hijos a recuperarse emocionalmente. Los padres deben dejar que sus hijos se fijen una meta clara y trabajar duro para lograrla. Porque sólo la perseverancia puede vencer, y la perseverancia puede hacer que el éxito rodee tus sueños.