La distancia indiferente enfatiza el grado, no la abstinencia. No necesitamos prohibirnos disfrutar de todo tipo de belleza y placer en el mundo, sino lograr la autotrascendencia, trascender las búsquedas materiales del corazón y reemplazarlas con valores de vida más elevados. Después de todo, captar la belleza de la realidad y darse cuenta de la autoestima son también el seguimiento y la reverencia más sinceros por las leyes de la naturaleza.
En la era materialista actual, necesitamos los conceptos de indiferencia y distancia. Frente a la abundancia de material, la búsqueda excesiva de material por parte de la gente y la indiferencia hacia lo material nos recuerdan que debemos valorar y captar nuestras vidas. Sin embargo, la indiferencia no significa indiferencia y negación de las cosas materiales, sino la capacidad de autocontrol y una actitud emprendedora hacia la vida material, a fin de lograr la unidad de mente, alma y cuerpo, y alcanzar la verdadera felicidad y metas elevadas.