La razón por la que pienso así se basa principalmente en las siguientes razones:
Primero, cuando los niños desperdician comida, los padres adoptan este método para educar a sus hijos, aunque se puede hacer para hasta cierto punto, impacte la mente de sus hijos y haga que se sientan culpables por el desperdicio de alimentos.
Pero la evitación de los padres es un poco de espectacularidad y exageración. Después de todo, los niños de hoy en día son bastante razonables en la mayoría de los casos. Los padres pueden explicar a sus hijos la importancia de valorar la comida y señalarles los errores de sus hijos al desperdiciarla, lo que también puede servir para educar a sus hijos.
En segundo lugar, si quieres educar bien a tus hijos y no desperdiciar comida, no sólo a través de esto podrás satisfacer las expectativas de los padres. El propósito debe ser que los padres siempre supervisen el comportamiento diario de sus hijos a medida que crecen. Cuando sus hijos desperdician comida, los padres deben corregirlo rápidamente. Con el tiempo, ayudarán a sus hijos a desarrollar el buen hábito de valorar la comida y dejar de desperdiciarla. Personalmente creo que este efecto educativo es evidentemente más efectivo y más duradero que el anterior. Para los niños, aprender a valorar los alimentos y no desperdiciarlos requiere un proceso de formación de hábitos, y los padres deben ser pacientes.
En tercer lugar, como padre, deje que sus hijos piensen con frecuencia en lo que deben hacer y lo que no deben hacer la próxima vez que coman. Si los padres les dan las sobras cada vez y corren con el costo, el efecto educativo no es el que queremos.
Resumen:
Este asunto realmente es culpa del niño. El padre puede educarlo de otra manera sin burlarse de su cuerpo. Por ejemplo, está bien pedirle al niño que recite poemas antiguos o artículos relacionados con la comida como una especie de castigo, o dejar que haga algún trabajo dentro de sus posibilidades, pero el requisito previo es que el niño comprenda la verdad y sepa que ese castigo también es para ella.