Beijing a finales de otoño es una hermosa pintura de acuarela y un poema conmovedor. Su belleza no reside sólo en las coloridas hojas otoñales, sino también en su larga historia y patrimonio cultural.
2. Temprano en la mañana, sale el sol y la cálida luz del sol brilla sobre las murallas de la antigua Ciudad Prohibida, reflejando un brillo dorado. Pasee por el patio del palacio de la Ciudad Prohibida y sienta el peso y la profundidad de la historia. Esos edificios de paredes rojas y azulejos amarillos parecen estar contando las vicisitudes de cientos de años. Cada ladrillo y teja parece susurrar la sabiduría y el talento de los antiguos.
3. El Palacio de Verano en otoño es aún más pintoresco. Las hojas rojas de la montaña Wanshou parecen fuego y contrastan con la superficie del agua del lago Kunming. Caminar por el puente de diecisiete hoyos con vistas al Palacio de Verano en otoño es como estar en un cuadro de paisaje. El suelo está cubierto de hojas doradas y el lago verde es largo, lo que hace que la gente se olvide de irse.
4. La belleza del otoño en Beijing reside en los fuegos artificiales en los callejones. Camine hasta Nanluoguxiang y sienta el fuerte sabor del antiguo Beijing. Los patios aquí, los ladrillos rojos y los azulejos verdes, y las calles y callejones revelan una especie de sencillez y tranquilidad. La vida de los antiguos habitantes de Beijing se muestra vívidamente aquí: los niños juegan en el callejón, los adultos lavan y cocinan en el patio y los ancianos conversan bajo la sombra de los árboles.
5. La belleza del otoño de Beijing reside en la majestuosidad de la Gran Muralla. De pie en la Gran Muralla de Badaling, con vistas a la montaña Jinshan, parece que se puede ver la sabiduría y la fuerza de los antiguos trabajadores. Cada piedra ha sido testigo de las vicisitudes de la historia, y cada centímetro de tierra contiene el orgullo y el orgullo de la nación china.
6. Beijing a finales de otoño es hermoso entre las hojas rojas de la montaña Xiangshan. Caminando por los senderos de montaña de Xiangshan, puedes ver hojas rojas por toda la montaña como fuego, contrastando con el cielo azul y las nubes blancas. Las hojas rojas aquí no sólo son encantadoras, sino que también tienen connotaciones profundas. Después de experimentar crecimiento y acumulación en primavera y verano, finalmente florece en otoño. Este tipo de belleza no es sólo un regalo de la naturaleza, sino también una manifestación de vitalidad.
7. Beijing tiene una belleza diferente por la noche. Cuando se encendieron las luces por primera vez, caminé por la calle peatonal Wangfujing y vi varias luces entrelazadas, iluminando toda la calle. La prosperidad y el entusiasmo aquí hacen que la gente sienta la vitalidad y la pasión de una ciudad moderna. En Sanlitun Bar Street, puedes sentir la cultura de vida nocturna única. Los bares, cafeterías y mercados nocturnos están llenos de la energía y el entusiasmo de los jóvenes.
8. Beijing a finales de otoño es una ciudad llena de historia y cultura. Su belleza no reside sólo en las coloridas hojas otoñales, sino también en su larga historia y patrimonio cultural. Cada ladrillo, teja, planta y árbol aquí contiene historias y emociones. Y todo el que venga aquí se sentirá atraído y conmovido por esta belleza.